«Este templo es una imagen cósmica del Universo» y desde él «enviamos un mensaje de paz y de amor a las generaciones venideras», ha proclamado Jesús Soriano, embajador de la Masonería Filosófica para España, en una ceremonia con motivo del inicio de las obras de rehabilitación del único templo masón que dejó en pie la dictadura franquista, en Santa Cruz de Tenerife.
La ceremonia, que ha tenido lugar a mediodía de este jueves en el interior de un templo ya en obras desde hace un mes, es una de las pocas a las que pueden asistir como invitados los no masones.
Ha consistido en el entierro de una «cápsula del tiempo» junto a la fachada del edificio, proyectado por el arquitecto Manuel de Cámara y Cruz en 1905 y terminado en 1923, que conserva todos los símbolos de la masonería y es de estilo egipcio, de acuerdo con la moda de las primeras décadas del siglo XX.
En presencia del alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, y de los portavoces de los grupos políticos municipales, así como Gustavo Matos, presidente del Parlamento de Canarias, Jesús Soriano, soberano, gran comendador del Supremo Consejo del Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España, ha introducido en la urna de metacrilato ejemplares de la prensa del día, un mensaje propio y otro del alcalde para las generaciones venideras, así como aceite y vino.
«El aceite y el vino son para consagrar la ofrenda a Dios, el arquitecto del Universo», ha explicado después el gran comendador.
En la urna han sido depositados además dos libros en formato facsimil.
Uno de ellos es la «Historia del Supremo Consejo del Grado 33 para España y sus dependencias y de la Masonería Española», publicado en México por la masonería española en el exilio.
El otro libro, publicado en 1905, es «Masonería española», del catedrático de historia Miguel Morayta, «antecesor mío como gran comendador y quien consiguió en este país la libertad de cátedra», explica Jesús Soriano.
El embajador de la Masonería Filosófica para España ha dedicado esta ceremonia «a los hermanos de Añaza», la logia que erigió este templo masónico, así como al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y en particular a su alcalde, por haber impulsado las obras de rehabilitación del edificio.
«Es un templo perfecto desde el punto de vista masónico», conserva en su fachada todos los símbolos masónicos, «está perfectamente orientado» hacia el este, comenta el gran comendador.
Además de ser el único templo masónico que quedó en pie tras la Guerra Civil, es el único de Europa del estilo de masonería egipcia.
Cuando concluya la rehabilitación en 2024, será un centro de historia y de interpretación de la masonería «de importancia mundial», adelanta el embajador de la Masonería Filosófica para España.
Con el levantamiento contra la República en julio de 1936, el templo masónico, situado a 200 metros del Gobierno Militar en el que estaba destinado Francisco Franco, pasó primero a manos de la Falange, para convertirse después en farmacia militar hasta que la ciudad se lo compró al Gobierno de España a principios de este siglo.
En la rehabilitación, cuyos tres millones de euros de coste ha aportado la Dirección General de Bellas Artes del Gobierno de España, colaboran con la arquitecta María Nieves Febles tanto historiadores como masones, para así entender el significado de un edificio en el que cada elemento tiene relevancia.
Esta ceremonia celebrada en el templo en obras es el primer acto de las jornadas organizadas por el Supremo Consejo sobre «La Masonería Filosófica y la modernización de la sociedad civil española».
Las jornadas se celebran hasta el viernes en Santa Cruz de Tenerife y se hablará de los orígenes de los símbolos y diseños masónicos, de la contribución de la masonería a la modernización del país y de su aportación al constitucionalismo. EFE
