La Audiencia Provincial de Las Palmas ha iniciado este lunes el juicio contra Juan Francisco L.S., acusado de asesinar a su hija de apenas tres meses en marzo de 2023. El hombre, que trabajaba como coordinador en centros de menores, se enfrenta a una petición de prisión permanente revisable por parte de la Fiscalía, que sostiene que suministró cocaína y alcohol a la bebé antes de zarandearla con violencia, provocándole la muerte.
Durante la vista, la fiscal del caso, Carmen Julia González Casanova, lo describió como una persona “agresiva, impulsiva y con ansiedad”, recordando que cuenta con diez condenas previas, seis de ellas por delitos de violencia. También recordó que seis meses antes había sido condenado por intoxicar con cannabis y cocaína a otro de sus hijos de nueve meses. “Sabe obrar con violencia y conoce sus consecuencias”, afirmó la fiscal.
Entre las pruebas presentadas, la Fiscalía aportó un mensaje de audio enviado por el acusado a su pareja tras los hechos: “La jodida cabrona no paraba y parecía que lo hacía adrede”. Según la acusación, la niña lloró durante 40 minutos antes de “quedar KO”, en palabras del propio padre.
Una testigo que solía cuidar a los tres hijos del matrimonio relató que esa noche fue a recoger a los dos mayores al centro de salud, y en el trayecto, la hija mayor le dijo: “Papá pegó al bebé”. La misma testigo describió un entorno insalubre en la vivienda familiar, situada en un edificio de okupas en Puerto del Rosario: “Esa noche estaba peor”, añadió en referencia al estado de suciedad y desorden. También aseguró que en anteriores ocasiones la bebé llegaba “sucia y con el culito dañado”, a pesar de que la madre atribuía ese estado a una dermatitis.
Los agentes de la Policía Nacional que acudieron al centro de salud relataron un comportamiento extremadamente agresivo por parte del acusado. Uno de ellos recordó que el médico que atendió a la bebé dijo que la niña había llegado sin vida y que “no quiso comunicar el fallecimiento al padre hasta que estuviera presente la Policía porque tenía miedo”.
Otro agente indicó que el padre se abalanzó contra el personal sanitario y los agentes, rompió cristales, pateó mobiliario y amenazó a los presentes. También aseguró que le llamó la atención el aspecto físico de la niña fallecida: “Daba la sensación de que le ponían la crema capa sobre capa”, y destacó “la higiene no era la deseable”.
La fiscal aportó datos de la autopsia: “La bebé murió ahogada en su propia sangre”, y precisó que se detectaron restos de alcohol y cocaína en la orina. Además, denunció que la menor padecía “una dermatitis avanzada de un mes de evolución por estar sucia durante largos periodos”, y que los padres eran conscientes de ello pero “no hicieron nada”. También subrayó “la inusitada longitud y suciedad de sus uñas y el estado de todos los pliegues de su cuerpo”.
Según la acusación, “se le privó de los cuidados mínimos y fue extrema su desprotección”, y añadió que “la bebé sufrió por la desidia de unos padres que estaban más afanados en satisfacer sus vicios y adicciones que en su cuidado”.
El abogado de Juan Francisco L.S., Roque Esteban, negó que su cliente sea responsable del asesinato: “No es un asesino como dice el Ministerio Fiscal”, y añadió que “no hay ni un solo signo de violencia externa”, por lo que consideró “prácticamente imposible” que el zarandeo se produjera.
Afirmó que su defendido “no tiene nada que esconder”, ya que llevó a la bebé al centro de salud, permitió el acceso de la Policía a su vivienda y siempre colaboró con la investigación. El letrado alegó que “las cantidades halladas son mínimas” y que el alcohol podría proceder de “la vitamina D”, mientras que la presencia de droga podría deberse a una “contaminación pasiva”. También indicó que su defendido “tenía pánico de bañarla, era Brenda quien lo hacía”.
Por su parte, el abogado de Brenda J.R.B., también procesada por un delito de abandono de familia, alegó que su clienta “se desvivía por sus hijos”, y que “una madre no hace eso”. Atribuyó la responsabilidad al padre, ya que ella trabajaba hasta la madrugada y había contratado incluso una cuidadora.
El juicio continuará este martes con nuevas declaraciones testificales y la práctica de las pruebas periciales. La declaración de los dos acusados está prevista para el miércoles.