
En una sociedad donde todo está al alcance de un clic, la búsqueda de placer inmediato se ha convertido en una trampa habitual. Redes sociales, compras impulsivas, atracones de series o comida rápida prometen un alivio momentáneo, pero, ¿realmente nos hacen felices? Este fue el tema central de la intervención de Carolina Simón, psicóloga de cabecera de Radio Insular, en su sección semanal en La Mañana Xtra.
«La felicidad duró lo que tardaste en comerte la última porción», reflexionó Simón al contar una historia con la que muchos se sintieron identificados: una noche de pizza, maratón de series y un aparente bienestar que se desvanece en cuestión de minutos. «¿Por qué caemos en estas trampas una y otra vez?», planteó.
La psicóloga explicó que nuestro cerebro está programado para buscar placer y evitar el dolor, pero que muchas veces confundimos ese placer inmediato con felicidad real. Ejemplos de esto son:
- Redes sociales: Publicamos una foto, recibimos likes y sentimos un subidón. Pero, ¿qué pasa si no obtenemos la respuesta esperada?
- Compras impulsivas: Comprar algo nuevo genera una descarga de dopamina, pero el efecto desaparece y volvemos a necesitar otra compra.
- Comida emocional: Comer algo dulce tras un mal día calma momentáneamente, pero luego llegan la culpa y el malestar físico.
«El problema no es disfrutar de estos pequeños placeres, sino depender de ellos para sentirnos bien», subrayó Simón, invitando a los oyentes a identificar cuándo buscan gratificación instantánea y a desarrollar hábitos que construyan un bienestar más duradero.
Para salir de esta trampa, propuso tres claves:
- Detectar el impulso: Preguntarse si realmente necesitamos lo que estamos buscando o si estamos escapando de una emoción incómoda.
- Fomentar el bienestar a largo plazo: Priorizar actividades como el ejercicio, la lectura o el tiempo con seres queridos, que aunque no den un placer inmediato, fortalecen la estabilidad emocional.
- Aprender a tolerar la incomodidad: No todo en la vida es felicidad instantánea, y aceptar los altibajos emocionales es clave para un bienestar real.
«La felicidad no siempre es rápida ni fácil, pero cuando es auténtica, dura mucho más», concluyó Simón, animando a los oyentes a reflexionar sobre sus propias trampas de gratificación inmediata y a buscar un equilibrio entre el disfrute momentáneo y el bienestar genuino.