El proyecto piloto, que se llevó a cabo el verano pasado, ha demostrado ser exitoso y ahora se extiende de manera permanente. A través de la empresa pública Gesplan, cuatro guías ambientales trabajarán en parejas, cubriendo turnos de mañana y tarde, los siete días de la semana. Su misión será educar y asistir a los turistas en varios idiomas, ayudando a contrarrestar prácticas perjudiciales en puntos clave del entorno natural, como el Calderón Hondo, el Barranco del Jable y la Playa del Mejillón, también conocida como “Popcorn Beach” por sus rodolitos.
El alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, subraya la importancia de este proyecto: «Estamos ante un claro ejemplo del compromiso medioambiental que tenemos en el municipio de La Oliva con su entorno. Nuestros guías ambientales corregirán, educarán e indicarán a los visitantes qué es lo que se puede y no se puede hacer.»
Mientras, el concejal de Turismo y Medio Ambiente, David Fajardo, ha destacado: «Los grandes recursos económicos del turismo deben redundar en nuestro medio ambiente y este es un ejemplo de ello. En La Oliva encontramos diversos puntos naturales que se han popularizado y queremos que los visitantes los disfruten dejándolos igual que los encontraron.»
Colaboración y Sensibilización.
Además de la labor directa con los turistas, estos guías ambientales colaborarán estrechamente con agentes de medio ambiente, la UMA de la Policía Local y diversos actores del sector turístico, como hoteles y guías turísticos. Esta colaboración busca preservar los valores paisajísticos de la zona, enfrentándose a problemas como el tránsito fuera de senderos designados, la disposición inapropiada de residuos, la alteración del terreno, la realización de grabados no autorizados y la alimentación de la fauna silvestre.
Con esta medida, La Oliva reafirma su compromiso con la protección y preservación de su riqueza natural, garantizando que tanto locales como visitantes puedan disfrutar de su belleza de manera sostenible y responsable.