La obra póstuma del artista Jean-Max Helson se podrá admirar hasta el 31 de marzo en la Casa de la Cultura de la capital majorera
El alcalde del Ayuntamiento capitalino, Juan Jiménez, y la concejala de Igualdad, Feminismo y LGTBI, Lilian Concepción, acudieron este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, al acto de inauguración en la Casa de la Cultura de Puerto del Rosario de la Exposición de Pintura denominada ‘El papel de la Mujer en la sociedad africana’, perteneciente a la colección ‘Una revelación llegada de Sahel’, una obra póstuma del artista Jean-Max Helson donde se exhibe una serie de retratos con la propia visión del artista de África, cuya obra estará a exposición en la Casa de la Cultura hasta el próximo 31 de marzo para aquellas personas interesadas en ver y conocer más detalladamente su historia y su visión en torno a la mujer africana.
La Exposición, a cargo de la Asociación Sociocultural de Mujeres Mauritanas ‘DIMBE’, cuenta con la colaboración de la Concejalía de Igualdad, Feminismo y LGTBI, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Puerto del Rosario y de la Federación de Asociaciones de Mujeres Arena y Laurisilva (FAMAL), y forma parte de la serie de actos y actividades que el Consistorio capitalino ha organizado para la ‘Semana Feminista 2021’ en conmemoración por el Día Internacional de La Mujer.
Para el regidor municipal, Juan Jiménez, “la exposición que ha preparado la Asociación Sociocultural de Mujeres Mauritanas ‘DIMBE’ es una oportunidad para poner el foco en una realidad en la que vive la mujer africana, una situación distinta a la que se vive en la sociedad occidental y que, al mismo tiempo, está geográficamente cercana. La exposición atesora una calidad impresionante, motivo por el cual invito a visitarla y admirarla hasta el próximo 31 de marzo”.
Hawa Touré, presidenta de ‘Dimbe’, la Asociación que lucha por los Derechos de la Mujer contra la mutilación genital femenina, detalla el orgullo que siente por poder mostrar la visión del artista al mundo a través de esta colección de obras. Una visión en la que “conviven muchas sensaciones: asombro, respeto, a veces rabia y, muchas veces, nostalgia por una herencia que la evolución del mundo está arrasando”.
Por su parte, la concejala de Igualdad, Feminismo y LGTIB, Lilian Concepción, valora muy positivamente “el papel de la mujer africana reflejado en estas maravillosas pinturas que engalanan la Casa de la Cultura hasta el 31 de marzo. Los cuadros, desde las miradas de las diversas mujeres del país vecino, expresan muchos sentimientos, momentos de complicidad y demuestran la fuerza de estas mujeres luchadoras”.
Una de las obras más emblemáticas es la dedicada a la escritora, actriz y exmodelo, Waris Dirie, que nació en Somalia, y que en los años 90 declaró para la revista ‘Marie Claire’ información sobre su escisión a los cinco años. Tras dicha intervención, se convirtió en la portavoz de la lucha contra esta tradición cultural. Además, fue durante años embajadora especial de las Naciones Unidas en contra de la Mutilación Genital Femenina (MGF). Ahora es la fundadora de la Fundación Flor Del Desierto que tiene como misión erradicar la práctica y apoyar a las supervivientes de la mutilación. Con su fundación se ha conseguido salvar a centenares de niñas de la MGF.
Una revelación llegada de Sahel
El Sahel es, a menudo, una tierra de pobreza y de hambre, hasta para las personas autóctonas, pero era tierra de felicidad y de fecundidad para Jean-Max Helson que, con el contacto de la población, reencontró sus talentos olvidados de pintor, y es entonces cuando la belleza diversa de las etnias del Sahel le devolvieron la inspiración a este artista, que en dos años creó una galería de retratos, donde representó la sensualidad, la resignación y la elegancia de la población de una África perturbada, combinando en su arte progreso y tradición. Su obra es una mezcla de expresión y simbolismo donde muestra su gusto por lo extraordinario y suntuoso.
Asimismo, Jean-Max hace un homenaje a los grandes nómadas Fulani que, dispersos desde los países del Sahel hasta Nigeria, son los Wodaabe. Hombres, mujeres, niños y niñas, todos son hermosos, con una belleza que se ha cultivado durante siglos, pues el culto a la belleza son para ellos un arte de vivir, y así lo detalla Helson en una pequeña reflexión: “En un mundo donde el dinero y el lujo son las últimas certezas, donde las ideologías orgullosas y burlonas se han hundido como barcos de papel, donde las religiones desestabilizadas por la explosión de la ciencia han perdido su credibilidad; el mensaje Wodaabe puede ayudarnos a encontrar el camino de regreso a lo básico. En el azul cielo, el reflejo de sus miradas negras desaparece, abandonando todo lo insignificante que aún nos hace correr”.
