El Ayuntamiento de La Oliva ha puesto en marcha un proyecto para recuperar espacios deteriorados y olvidados a través del arte urbano. La iniciativa, impulsada por la Concejalía de Turismo y Medio Ambiente, que dirige David Fajardo, cuenta con el talento del artista local Alejandro Mesa Fajardo, encargado de crear murales que embellezcan y revaloricen puntos estratégicos del municipio.
El primer espacio elegido es el Camino de Tisajoire, en Los Lajares, una zona que pese a ser muy transitada por residentes y turistas se encontraba abandonada y sin atractivo visual. La propuesta busca transformar los muros inacabados en un lienzo que combine con el entorno natural y refleje las tradiciones y costumbres del pueblo majorero.
El alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, subrayó la importancia de esta actuación: “El arte sirve como vehículo para trasladar un mensaje importante, recuperar elementos olvidados y otorgarles una segunda vida. A través de estos murales ponemos el foco en cómo embellecer una zona que, a pesar de ser transitada a diario por locales y visitantes de Los Lajares, estaba totalmente abandonada. De este modo, creamos un punto de interés que se aprovecha para contar la historia de los majoreros y majoreras.”
En la misma línea, el concejal David Fajardo explicó el origen de la idea: “Esta iniciativa surge con el fin de conseguir captar el interés de los residentes y visitantes de diferentes pueblos del municipio a un lugar que parecía ser olvidado. Este primer mural decidimos realizarlo en el Camino de Tisajoire, dando una segunda oportunidad a este lugar.”
Fajardo añadió que el trabajo de Alejandro Mesa se convierte en un símbolo de identidad: “Lo que antes eran solo muros inacabados y abandonados, mimetizados con el paisaje natural, se convierte en el lienzo sobre el que mostrar la obra de uno de nuestros artistas locales, a la vez que recordamos las tradiciones y costumbres de la Isla.”
El Ayuntamiento adelantó que esta acción tendrá continuidad en otros pueblos del municipio, con la intención de generar una red de murales que no solo rescaten espacios abandonados, sino que también sirvan de atractivo turístico y cultural. La iniciativa persigue, además, que las obras sean respetadas y perduren en el tiempo como parte del patrimonio artístico local.
