Bibiana Durán y su familia viven un auténtico calvario desde que el propietario de la vivienda en la que viven, en el Matorral, les dijo que necesitaba la casa. Se cumplió el contrato de arrendamiento e, incluso, una prórroga de 7 meses que el dueño les concedió.
Los inquilinos, que cumplen cada mes con el pago de los 400 euros de alquiler, llevan todo este tiempo buscando un lugar en las cercanías adonde poder trasladarse y atender a su hijo de 8 años.
Un niño que se encuentra en terapia psicológica dirigida a hacer frente a problemas emocionales derivados, entre otras cuestiones, de una excesiva sensibilidad.
“Problemas que se agravan con la situación que estamos viviendo”, confesó Bibiana en una entrevista este lunes en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular. “Nos sentimos vigilados, perseguidos, con miedo en la propia casa”, debido a la tensión creciente con el propietario de la vivienda que está impulsando “acciones violentas, ilegales”, confesó, aunque no quiso entrar en profundidad.
La inquilina es consciente de los derechos de su arrendador y de que “su casa es su casa”. Por eso, quiere evitar al máximo la confrontación y buscar una alternativa habitacional, cuanto antes, mientras trata de no sucumbir a los ataques de ansiedad que la han llevado demasiadas veces a urgencias.
Pero la tarea, no resulta sencilla. Busca casa en un entorno cercano al Matorral, donde trabaja su marido, para evitar excesivos gastos de desplazamiento. En la zona, el alquiler de una casa de dos habitaciones “no baja de unos 550 euros o 575 euros, gastos aparte”, explica Georgiana Popescu, agente en la Inmobiliaria Barragán. Es preciso, además, pagar dos meses con antelación y demostrar la suficiente solvencia económica para poder hacer frente al abono del alquiler.
Requisitos que no son accesibles para todas las familias. En el caso de Bibiana, su marido tiene un contrato temporal, aunque confían en que pronto pueda convertirse en un contrato fijo. Por su parte, la venta de artesanía en mercadillos tampoco supone un flujo fijo de ingresos, reconoce.
Su marido tiene estudios superiores de Economía, homologados en España, y ella misma cursó estudios como técnico en Comercio Internacional en Formación Profesional. Con esta formación, Bibiana nunca imaginó verse en esta situación.
Ningún ayuntamiento ha cedido suelo para vivienda pública en Fuerteventura
Hace poco solicitó ayuda en los Servicios Sociales de Puerto del Rosario, donde está a la espera de una cita, “aunque ya me advirtieron de que hay muchas personas en mi situación”.
La necesidad es acuciante, crece la demanda al reducirse la oferta de alquiler a largo plazo -en buena medida por el impacto disruptivo del alquiler turístico- y los precios se disparan. Vencidos los contratos, los titulares aprovechan para incrementar “hasta en 250 euros y 300 euros el precio del alquiler”. A todo ello se suma, además, que apenas hay vivienda social.
Y es que, “durante la última década no se ha considerado prioritario promover vivienda pública”, critica la directora del Instituto Canario de Vivienda, María Isabel Santana.
El Ejecutivo regional impulsa un Plan de Vivienda, hasta 2025, que permitirá construir en este período cerca de 180 viviendas sociales distribuidas entre La Oliva y Puerto del Rosario, en suelo del Gobierno de Canarias, porque “ningún ayuntamiento de Fuerteventura ha puesto suelo a disposición del Ejecutivo regional para construir vivienda pública; aunque todavía hay tiempo”, puntualizó la directora.
Para paliar, en parte, la grave situación, Santana anunció que este año, probablemente en el mes de abril, se aprobarán medidas conducentes a incentivar el alquiler de inmuebles “con garantía de seguridad”. Y es que hay muchos propietarios de vivienda vacía que no se atreven a ponerlas en alquiler. El impago, los okupas y los destrozos que ocasionan (no pocos inquilinos) hacen que, a pesar de la necesidad, muchas viviendas queden vacías.
Por eso, Bibiana Durán, hace un llamamiento a las personas que puedan disponer de una vivienda (aunque esté sin muebles y en condiciones de renovación). Busca una vivienda que pueda pagar, en la que pueda atender a su hijo y vivir en paz. “Somos gente responsable, honorable y vamos a cuidar su casa”..
Las personas que estén interesadas en colaborar, puede enviar un mensaje al WhatsApp de Radio Insular: 628 92 92 67.
