El Servicio Canario de la Salud (SCS) avanza en su compromiso con la equidad incorporando de forma transversal la perspectiva de género en sus protocolos y estrategias asistenciales. Así lo expuso ayer la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Esther Monzón, durante su intervención en el Foro Salud y Género organizado por el Observatorio de Salud en la capital española.
Monzón explicó que desde la Consejería se está revisando la normativa y los procedimientos para garantizar que la atención se preste considerando las diferencias biológicas y sociales entre hombres y mujeres, con el fin de ofrecer la mejor asistencia basada en evidencia científica y libre de sesgos de género.
“El enfoque de género no es solo un principio ético, sino un mandato legal y técnico que debe impregnar todas las políticas públicas sanitarias”, aseguró la consejera, quien insistió en que las acciones ejecutadas hasta ahora sientan las bases para un sistema de salud más justo y sensible a las realidades de mujeres y hombres.
La Dirección General de Programas Asistenciales y la Dirección General del Paciente y Cronicidad trabajan para diseñar y actualizar programas con enfoque de género, incluyendo el uso de lenguaje inclusivo y la incorporación de indicadores de evaluación desagregados por sexo.
Un ejemplo destacado es el Programa EVA (Prevención y Control de la Enfermedad Vascular Aterosclerótica de Canarias), alineado con la Estrategia de Salud Cardiovascular del SNS, que reconoce cómo los factores de desigualdad de género influyen en el riesgo cardiovascular de las mujeres. “Aspectos como la conciliación familiar-laboral, el reparto desigual de tareas domésticas, la discriminación o el acoso cotidiano tienen un claro impacto en la salud”, subrayó Monzón.
Asimismo, en el Código Infarto Canarias (CODICAN), se contemplan las diferencias de presentación de síntomas entre hombres y mujeres para reducir el infradiagnóstico femenino. “Las mujeres pueden manifestar síntomas atípicos como fatiga, mareo o dolor en cuello o mandíbula, lo que puede dificultar un diagnóstico precoz”, detalló la consejera.
El enfoque de género también está presente en el Programa de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva de Canarias, que promueve la equidad, la calidad y el respeto a la autonomía de las mujeres en la toma de decisiones.
En Atención Primaria, la Estrategia +AP Canarias y el Plan 5C refuerzan roles clave como la enfermería comunitaria o las trabajadoras sociales, especialmente relevantes para atender a mujeres cuidadoras, mayores o en situación de vulnerabilidad.
Monzón destacó además que Canarias fue pionera en protocolizar la actuación sanitaria ante la violencia de género y agresiones sexuales. Desde 2003, el SCS cuenta con un protocolo específico que sirvió de base para el modelo estatal y referencia para otras comunidades. Hoy, este documento garantiza una atención sanitaria, forense y psicológica con medidas específicas para evitar la revictimización.
“Desde la acogida en un ambiente de privacidad y respeto, hasta la exploración forense y la toma de muestras, cada paso busca proteger la dignidad de la mujer víctima”, concluyó Monzón, reafirmando el compromiso de Canarias con una sanidad más humana, equitativa y consciente de las desigualdades estructurales que afectan a la salud.
