El presidente de En Marcha, Pedro Amador, y la portavoz de la formación en el Ayuntamiento de La Oliva, Fiamma Guerra, han dibujado un escenario político tenso, a nivel local, donde, aseguran, abundan las cámaras, se promueve la caza de brujas y existe una presunta intromisión en la vida personal de los ediles. El caso Pegasus ha llegado a La Oliva, denuncian, mientras estudian tomar medidas.
El gobierno en minoría no está sentando nada bien a la alcaldesa de La Oliva, Pilar González, que está “muy susceptible” desde que varios de los ediles de En Marcha abandonaron el equipo tras el cese a Idaira Rodríguez, el pasado 29 de diciembre, sin explicaciones hasta la fecha.
Es la denuncia que hacen el presidente de la formación, Pedro Amador, y la portavoz , Fiamma Guerra, en una entrevista este viernes en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular, donde desvelaron que tras cuestionar la regidora al edil Oliver González, durante una sesión plenaria, el origen de cierta documentación “comenzaron a instalarse cámaras en los pasillos de la Casa Consistorial y en el exterior”.
“Desde que estamos en mayoría en la oposición se nos persigue o se nos investiga”, apuntó Amador.
En su caso, asegura que “se dedican a sacarme fotos y luego las remiten a concejales cuando hablo con personal del Ayuntamiento”.
Una persecución, denunció, que lleva a cabo “personal contratado a través de la Concejalía de Deportes”, que dirige el edil Jero Lozano; el único de En Marcha que no abandonó el gobierno tras el cese de su compañera.
En este contexto, Amador desveló estar valorando interponer una denuncia “por posible intromisión en mi vida privada como puede ser sacar fotos hablando con empleados públicos” y recordó su condición de concejal electo y, además, abogado.
Amador y Guerra dibujaron un escenario tenso y bromearon indicando que el caso de espionaje Pegasus “ha llegado a La Oliva”. También denunciaron una “caza de brujas” a personal de la corporación.
Queda apenas un año para la próxima cita electoral y hay nerviosismo, aseveraron.
En su caso, En Marcha mantiene abiertas líneas de comunicación con NC y PP “pero ni hemos roto ninguna negociación ni hemos firmado ningún pacto”.
El tablero está abierto, sobre todo en las posibles alianzas de cara al Cabildo de Fuerteventura, porque En Marcha es un partido municipalista. “Lo único que queremos es estar en el municipio, luchar por el municipio, no queremos puestos, prueba de ello es que abandonamos el grupo de gobierno por la mala decisión de cesar a Idaira Rodríguez sin explicación”, recalcaron.
