El Gobierno ha aprobado una reforma clave para miles de trabajadores y trabajadoras de sectores especialmente duros: 12 nuevas profesiones, entre ellas Las ‘Kellys’ —nombre con el que se autodenominan las limpiadoras de hoteles—, podrán jubilarse a partir de los 52 años sin ver reducida su pensión. La medida amplía un catálogo hasta ahora muy limitado, que incluía a mineros, bomberos o policías locales, entre otros.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, detalló este martes que el nuevo sistema de coeficientes reductores elimina la discrecionalidad política y se basa en criterios objetivos para determinar qué sectores tienen derecho a la jubilación anticipada sin penalización. Entre estos indicadores figuran el número de bajas por incapacidad, la duración de esas bajas, la siniestralidad mortal y las condiciones de trabajo, como exposición a temperaturas extremas, ruidos, vibraciones, agentes químicos o uso constante de fuerza física.
Con este nuevo marco, serán patronales y sindicatos quienes propongan incluir nuevas profesiones, siempre que los datos respalden la dureza y el riesgo de sus tareas. El coste extra que supone adelantar la pensión será asumido por las empresas mediante una aportación adicional.
Hasta ahora, podían jubilarse antes colectivos como mineros, ferroviarios, mossos d’esquadra, policías locales, profesionales taurinos o tripulaciones aéreas. A partir de esta reforma, podrían sumarse sectores históricamente reivindicativos como Las ‘Kellys’, que han visibilizado durante años las duras condiciones físicas de su trabajo, con sobrecarga de tareas, lesiones musculares y altos índices de bajas médicas.
Además de Las ‘Kellys’, otros colectivos que podrían beneficiarse del retiro temprano son:
- Trabajadores de la construcción
- Bomberos forestales
- Policías nacionales
- Guardias civiles
- Conductores de transporte de viajeros y de mercancías
- Taxistas
- Personal del transporte público
- Personal sanitario
- Trabajadores de la industria química
- Buceadores
La reforma responde así a una reivindicación histórica de estos gremios, que exigían el reconocimiento de la penosidad y el riesgo asociados a su actividad laboral. “Este sistema apuesta por la objetividad y la justicia social, garantizando que quienes más desgaste físico y riesgos soportan puedan retirarse antes sin ver mermada su pensión”, defendió Saiz.
El nuevo modelo refuerza el compromiso del Gobierno con la protección de la salud laboral y la dignidad de los trabajadores y trabajadoras que realizan tareas fundamentales para el funcionamiento de sectores clave, como el turismo, la construcción o la seguridad ciudadana.




