La consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias participó ayer en una jornada de visita a al proyecto emplazado en la Granja Experimental de Pozo Negro, en Antigua, que busca promover la restauración y conservación de hábitats naturales y la gestión sostenible de recursos y residuos en zonas áridas y semiáridas.
El proyecto, iniciado en 2021, cofinanciado con los fondos FEDER, y que cuenta con la colaboración del Cabildo de Fuerteventura y de la Universidad de La Laguna, se centra en la promoción de la economía circular a través de la producción de plantas nativas con una triple funcionalidad, como destinarlas al forraje, la restauración de hábitats y la rehabilitación de suelos, haciendo uso, además de aguas desalinizadas y depuradas.
“Fuerteventura importa anualmente 12.000 toneladas de forraje para alimentar a 120.000 cabezas de ganado caprino y ovino, lo que supone un coste aproximado de 5 millones de euros cada año y la producción de una importante huella de carbono”, explicó Schallenberg.
Asimismo, la viceconsejera de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Energía también quiso resaltar la colaboración estrecha entre el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Fuerteventura desde las áreas de Agricultura, Ganadería y Pesca, así como Medio Ambiente, y la Universidad de la Laguna para trabajar en el buen funcionamiento del proyecto.
Por su parte, la presidenta del Cabildo de Fuerteventura, Lola García, explicó que “Fuerteventura es un territorio frágil. Los efectos del calentamiento global son más que evidentes, como el aumento del nivel del mar o de las temperaturas. Por eso, es importante seguir impulsando proyectos pioneros para su mitigación”.
“En el caso del proyecto que se desarrolla en las instalaciones de la Granja Experimental de Pozo Negro, va a permitir no sólo restaurar hábitats y suelos, sino también producir forraje para la autosuficiencia alimentaria de nuestro sector ganadero, que tanto lo necesita”, añadió.
Además, también se ponen en marcha técnicas para reutilizar el estiércol y sueros lácteos (residuos que se generan en grandes cantidades en las explotaciones ganaderas), y estudios de calidad de la leche y productos derivados en un rebaño controlado que se alimentará exclusivamente con el forraje de plantas autóctonas.
Finalmente, se pretende difundir el desarrollo y resultados del proyecto a las explotaciones ganaderas, al módulo de FP en ganadería, así como a otras regiones atlánticas africanas con la misma problemática como Cabo Verde, Mauritania o Senegal.