El intermediario que da nombre al “caso Mediador” ha asegurado este viernes que Ángel Víctor Torres sabía lo que ocurría en la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca de su Gobierno, donde presuntamente se archivaban expedientes sancionadores a ganaderos a cambio de dinero, entre otras irregularidades, algo que el presidente de Canarias ha negado tajantemente.
En una entrevista en Cope Canarias, Marcos Antonio Navarro Tacoronte, sitúa al exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo al frente de la trama y ofrece detalles de las reuniones y fiestas con drogas y prostitutas que el grupo organizaba en Madrid y en las que, según la investigación recopilada por la Guardia Civil y la Policía, participaban políticos y empresarios.
En una de las cenas Navarro Tacoronte sostiene que participaron “15 o 16 diputados”, siempre del PSOE, porque él solo trabaja con el partido que está en el Gobierno, por eso en este caso no aparece nadie implicado del PP o de Coalición Canaria, explica.
El mediador que destapó el caso tras verse involucrado en otra denuncia admite que Torres quizás no conocía “las triquiñuelas”, pero sí lo que ocurría con los expedientes en la Dirección General de Ganadería, y afirma que el presidente tenía “un topo” en la Consejería al que él se quiso “cargar”, pero el entonces director general de Ganadería, Taishet Fuentes, lo protegía.
Preguntado esta misma mañana por estas declaraciones, el presidente de Canarias ha negado que supiera nada de esos manejos y ha enfatizado que, de haber sabido lo que hacía Navarro Tacoronte, habría acudido de inmediato a la Justicia.
El intermediario afirma que su presencia en la Consejería de Agricultura era permanente y nunca fue cuestionada por nadie, sin ser funcionario ni contar con ningún contrato.
Detalla que llegó a presidir una reunión telemática durante la pandemia con técnicos de ganadería de las distintas islas, con el director general sentado a su lado, en la que se trató sobre la contratación de una empresa de drones para vigilar las explotaciones ganaderas ilegales.
El mediador asegura, en contra de lo que ha manifestado el Gobierno de Canarias, que uno de los funcionarios, un profesional “honrado y honesto”, además de “escrupuloso con la ley”, que “metía las narices donde nadie le llamaba” fue sustituido por otra persona de la confianza del director general.
Navarro Tacoronte afirma en la entrevista que en sus funciones de mediador no actuaba sólo en Tenerife o Gran Canaria, también en Lanzarote o La Palma, pero asegura que está dispuesto a soltar “todo el lastre” porque lleva “muchas mochilas” y está arrepentido de lo ocurrido por haber destrozado lo más importante de su vida, su familia.
“Llevo muchas mochilas: llevo la mochila de Juan Bernardo, la de Taishet, la de Pedro Martín, la de Ángel Peña, la de Airam Puerta, la de Julián Mena… estoy hablando de Tenerife pero también puedo hablar de Las Palmas”, explica.
Sobre Pedro Martín, presidente del Cabildo de Tenerife, asegura que “estaba informado” de sus actividades con el entonces director insular de Deportes, Ángel Luis Pérez Peña, cuya denuncia por estafa contra él, luego retirada, destapó toda la trama, ya que el mediador aportó grabaciones y fotos para defenderse.
“Yo llevaba cuatro años con estas historias y no habría pasado nada, si el ‘totorota’ este no se equivoca en la denuncia”; “he sobrevivido un montón de años en mi materia hasta que llega el ‘totorota’ este y la caga” reconoce el mediador.
Navarro rechaza que los empresarios implicados puedan alegar ahora que se sienten “estafados”, puesto que gracias a estas relaciones consiguieron negocios lucrativos.
“Para irnos de putas”, o para decirlo sin ofender “a ningún gremio”, “para irnos de fiesta, todos somos amigos, para pagar mil y pico euros en una cena a quince diputados del Congreso todos somos amigos”, comenta sobre los empresarios, y sitúa la cena con los parlamentarios hace cuatro años, por lo que no puede precisar si eran “15 o 16”.
“Todas las noches nos íbamos de alterne los hombres, de martes a jueves y hasta el viernes por la mañana”, unas fiestas en las que estaba todo incluido, como un “catering”, con “pastillas de colores” y drogas, relata.
Cuando había restricciones por la covid-19 y había que estar a las doce de la noche en el hotel, “blindaban la segunda planta” y era “como un feudo”, aporta.
El mediador insiste en la entrevista en que tiene “la conciencia sucia” tras entrar en “una rueda de vicio y de destrucción personal” y asegura que pagará lo que tenga que pagar y que se conocerá la verdad, de la cual lo que ha trascendido hasta ahora es solo el comienzo.
“A día de hoy no termino de cuantificar cuánto dinero pasó por mis manos, no quiero ni pensarlo, me atribuyo un 70 por ciento”. El otro 30 por ciento eran “transferencias bancarias, regalos en especie, coches, puros, de todo un poco”.
El mediador afirma que “la cabeza visible de todo este circo era Juan Bernardo Fuentes Curbelo. Y al verle salir de declarar ante la jueza “riéndose” y diciendo que tiene la conciencia tranquila pensó: “o no tienes conciencia, o no eres padre o no sé lo que eres”. EFE