El Tribunal Superior de Justicia ratifica la sentencia emitida en 2023 que condenó a una pareja a tres años de prisión por establecer un club cannábico en la isla de Fuerteventura, el cual contaba con más de 500 miembros. Los acusados fueron sentenciados a un año por tráfico de drogas y dos años por asociación ilícita.
A pesar de las afirmaciones de los responsables de que el club tenía propósitos exclusivamente terapéuticos, educativos e investigativos, no se encontraron pruebas que respaldaran dichas alegaciones. Por ende, no se pudo confirmar si los 500 miembros realmente eran consumidores o si justificaban el uso de la sustancia por razones médicas.
El líder principal estableció la Asociación Cannábica Toma Farm en 2015, aparentando ser una entidad sin fines de lucro, pero en realidad vendía marihuana ilegalmente a terceros. Los clientes adquirían la droga en el local y la consumían fuera sin ningún tipo de control. La intervención policial en octubre resultó en la confiscación de 546 gramos de marihuana y diversos elementos vinculados al tráfico de drogas.
Además, se descubrió que parte del local se destinaba al cultivo de marihuana, contraviniendo las normativas legales. Como consecuencia de la sentencia definitiva, se ordena la disolución completa de la asociación y se les prohíbe realizar cualquier actividad relacionada con ello.