El presidente de Asofuer, Antonio Hormiga, y el gerente de la entidad, Mario de la Cruz, mantuvieron esta semana un encuentro con el gerente de Servicios Sanitarios del Hospital General Virgen de La Peña, José Luis Rodríguez, y con Rosa Márquez, directora insular de Enfermería en Atención Primaria, para mostrar su preocupación por el elevado porcentaje de población menor de 40 años que no se ha vacunado en Fuerteventura.
Causan inquietud, especialmente, quienes tienen empleos relacionados con la atención a las personas y con el sector servicios. “Personas que pueden ser trabajadores de hoteles, bares, restaurantes o distintos servicios ligados a la industria turística, que pueden convertirse en vectores importantes de contagios afectando de lleno a la maltrecha actividad y poniendo en jaque al sector si no ofrecemos las máximas garantías de seguridad al turista”, advirtió la patronal.
Los datos indican que son numerosos los ciudadanos, sobre todo del norte de la Isla, que han decidido no cumplir con las pautas de vacunación, confirmaron las autoridades sanitarias, en un momento en el que preocupa el elevado número de casos activos, con más de 300, el ingreso de cuatro personas en el hospital, tres de ellas en UCI, y el reciente fallecimiento de una persona con Covid; la decimocuarta en La Maxorata desde que comenzó la pandemia.
El impacto en la industria turística majorera está siendo tremendo, expresó Hormiga, y “no nos podemos permitir el lujo de seguir teniendo estos números de contagios porque los países preferentes emisores de turistas a las Islas nos están penalizando”.
Los representantes de Asofuer temen que las Islas no se proyecten como destinos seguros Covid, en un mercado muy globalizado, y no logren la reactivación económica que garantice la recuperación del empleo a las 49.313 personas en situación de ERTE que se registraron en Canarias en el mes de julio.
En Fuerteventura el 50% de los establecimientos hoteleros no ha reiniciado la actividad, recuerdan, “confiando en un mercado de invierno que es, cada vez, más incierto”.
Ante estas perspectivas, desde la patronal se aboga por hacer un esfuerzo generalizado en aras de ofrecer las máximas garantías de seguridad anti covid en el sector turístico majorero “ y eso pasa, necesariamente, por que también los trabajadores se conciencien sobre la necesidad de estar vacunados. De esa manera, se minimizan los riesgos de contacto y también su gravedad”.
Una reflexión que hacemos extensiva a todas las personas que trabajen en la industria turística y en otros ámbitos donde, de un manera u otra, la actividad laboral se ejerza cara al público, indica Hormiga.
Para facilitar la vacunación, Sanidad pone todos los medios necesarios y se ofrece, incluso, al traslado de efectivos al establecimiento si hubiera un número considerable de personas interesadas en recibir las pautas correspondientes.
