Una investigación sin precedentes en Fuerteventura podría responder incógnitas sobre la vida los mahos, el pueblo aborigen de la Isla. Un equipo de arqueólogos estudia, mediante el análisis de traumatismos en restos óseos, la violencia física de los antiguos pobladores, reconstruyendo las formas y condiciones de vida.
Los trabajos son realizados por un equipo especializado formado por miembros del Museo Canario, el Servicio de Patrimonio Histórico de Gran Canaria y Tibicena, que analizan restos óseos procedentes de los fondos del Museo Arqueológico de Fuerteventura, que colabora con el proyecto.
Las fracturas de los restos óseos se identifican en función del momento en que se produce la fractura (previa, durante o después de la muerte) y lo que la causó. Además, entre otros parámetros, se caracteriza bioantropológicamente a cada uno de los individuos por sexo y edad, de forma que el estudio mejorará el conocimiento de las relaciones sociales y en la organización de la sociedad.
Para este proyecto, se están analizando restos arqueológicos de yacimientos de distintas zonas de la Isla, como una cueva sepulcral del barranco de los Canarios, en Pájara, la cueva de Villaverde, en La Oliva o Punta Caletones en Betancuria. Asimismo, se estudian y analizan los restos del pueblo majo que han vuelto a Fuerteventura del Museo Canario y del Museo Arqueológico de Tenerife y que actualmente forman parte de la exposición ‘De Vuelta a Casa’ del MAF.