El pasado sábado 20 de abril Canarias salió a la calle para exigir un cambio de modelo económico. Y lo hizo en el archipiélago, en la península y en el extranjero, en países como Reino Unido o Alemania con manifestaciones multitudinarias.
En Fuerteventura se calcula que casi 3.000 personas se dieron cita en Primero de Mayo para unirse al grito de “Canarias tiene un límite”. No sólo el cambio urgente de un modelo económico, sino el rechazo a la investigación de tierras raras, la gestión del agua y otras cuestiones se pusieron sobre la mesa en la manifestación.
Es, precisamente, lo que ha puesto de relieve hoy el presidente de Asofuer, Antonio Hormiga: “no sé si fue contra las tierras raras, contra los políticos, contra el turismo o contra todo a la vez”.
Hormiga también ha comentado que, desde la patronal, no consideran que la Isla esté saturada y que el problema es “la anarquía que ha habido con la vivienda vacacional”, que es la que provoca que quienes trabajan aquí no tengan donde vivir. “El turismo reglado ha decrecido”, afirma, y hay muchos edificios “que son hoteles enmascarados”.
También ha querido señalar que las soluciones no se dan de un mes para otro y que éstas deben buscarse atendiendo a las necesidades específicas de cada isla. En Fuerteventura, considera, dichas soluciones no pasan únicamente por la regulación. “Necesitamos infraestructuras, puertos deportivos, energía eólica… a las que muchas veces se dice que no”.