Corralejo (Fuerteventura), 6 abr (EFE).- La mujer ucraniana a la que se le atribuyó ser la promotora de un viaje organizado de un grupo de menores ucranianos al que se perdió la pista, Natalia Karpukhina, y su abogado han acusado a la Dirección General de Protección de la Infancia del Gobierno de Canarias de crear alarma social y de apuntarles porque, tal vez, “moleste” que ayude.
En una rueda de prensa ofrecida en Corralejo, localidad de Fuerteventura donde reside, Karpukhina ha salido al paso después de que se le relacionara como promotora del viaje de un grupo de niños refugiados ucranianos, entre 30 y 40 menores, que iban a llegar a península para desde allí viajar a Canarias en barco desde Huelva.
La mujer y su letrado, José Ramón González, han acusado, sin mencionar en ningún momento su nombre, pero sí su departamento, a la directora general Protección de la Infancia del Gobierno de Canarias, Iratxe Serrano, de ser la persona que facilitó la información al diario que adelantó la búsqueda de esos niños
El caso saltó a la opinión pública después de que el pasado domingo el diario El País informara de la búsqueda policial que se había iniciado el lunes 28 para intentar dar con el paradero de los menores.
Desde que tuvieron conocimiento de la posible llegada de los menores, agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil desplegaron controles policiales tanto en el puerto e Huelva como en el de Gran Canaria, pero nadie dio con el grupo de niños.
“La única persona que ha señalado a Natalia ha sido una directora general del Gobierno de Canarias, que tendrá que demostrar las pruebas y de donde sale la historia de que hay un grupo de niños en Huelva que venían a Canarias, que han desaparecido”, ha indicado el letrado.
González ha insistido en que el propio delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, descartó el pasado lunes que hubiera esos menores en Andalucía.
Antes de publicarse la información en El País, el abogado ha asegurado que la directora general habló con Natalia “pero no de buenas maneras, ni para preguntar por los niños, sino para decirle que ni se le ocurriera seguir trayendo niños”.
González ha asegurado que su representada ha recibido presiones por parte de la Dirección General para evitar que siga trayendo menores desde Ucrania, “y también han presionado a otras administraciones” para que no se presten a ayudar.
A preguntas de los periodistas, Natalia Karpukhina ha respondido que, en ningún momento, la Policía se ha puesto en contacto con ella para preguntarle sobre el grupo de menores, ni tampoco nadie de la Delegación del Gobierno.
Además, ha asegurado que, en ningún momento, ha pedido ayuda al Gobierno de Canarias en la acogida de menores.
“Puede que le moleste que el Ayuntamiento de La Oliva haya hecho más por ayudar que el Gobierno de Canarias y puede que no haya podido atribuirse nada”, ha insinuado el abogado.
Natalia Karpukhina , con la ayuda del Ayuntamiento de La Oliva, trajo a Fuerteventura un grupo de niños con edades comprendidas entre los 18 meses y los 17 años el pasado 11 de marzo. Junto a los menores, viajaban tres mujeres, madres de algunos de los niños.
Tras este primer grupo, llegaron más grupos de refugiados a Fuerteventura hasta sumar 35 personas de las que 28 son menores. Natalia planea en estos momentos traer tres grupos más de 10, 13 y 15 menores que se encuentran en Ucrania a la espera de una autorización del Gobierno que permita su salida.
“Los traemos en avión y no en un coche hasta la frontera”, ha insistido Natalia Karpukhina en relación al grupo fantasma que, al parecer, llegó a Huelva y con el que se le relacionó.
Esta ciudadana ucraniana, que ha anunciado que ha creado una asociación para ayudar a los niños, lleva siete años viviendo en Fuerteventura donde organiza viajes y campamentos con niños de Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Gracias a esa experiencia ha querido ahora ayudar a los niños de la guerra trayéndolos a España.
Ha asegurado que los niños acogidos en un albergue de La Oliva se encuentran en buen estado, escolarizados y con una evolución positiva, ya que han dejado de hablar de los horrores de la guerra.
También ha defendido que cada niño que ha llegado hasta la isla, “tiene los papeles, vienen con tutores y personas autorizadas y los próximos grupos que quiera traer también estarán correctos” y ha añadido que “a un avión no se puede entrar sin papeles ni salir de un país sin papeles”. EFE
¿Esta señora se dedicaba a traer grupos de niños?
¿Quien la financiaba?