Un pasajero que viajaba en un vuelo de Ryanair entre Lanzarote y Santiago de Compostela el pasado 17 de enero protagonizó un insólito incidente al hacerse pasar por un diplomático de la ONU con el objetivo de ocupar un asiento que no le correspondía. La situación, que generó un retraso de 40 minutos en la salida del vuelo FR2001, ha sido denunciada penalmente por la compañía irlandesa, que considera el comportamiento del pasajero como «inaceptable».
Según ha informado Ryanair, el pasajero fue expulsado del avión tras negarse a regresar a su asiento y provocar alteraciones en la cabina. El suceso afectó al resto del pasaje, que tuvo que esperar mientras se resolvía la situación con la intervención de las autoridades competentes.
Ante este y otros comportamientos que se han vuelto cada vez más frecuentes en el sector, Ryanair ha anunciado la adopción de nuevas medidas disciplinarias. A partir de ahora, la aerolínea impondrá una multa de 500 euros a los pasajeros que alteren el orden o se comporten de forma inapropiada a bordo. Esta sanción se aplicará de forma independiente a los posibles daños civiles o penales que puedan derivarse de los hechos.
Desde la compañía han insistido en que «no se tolerarán comportamientos que afecten a la seguridad del vuelo ni al bienestar del resto de los pasajeros». Además, Ryanair subraya que este tipo de incidentes, aunque aislados, pueden tener un efecto considerable en la operación normal de sus servicios y causar perjuicios tanto al personal como a los clientes.



