El carnaval es el momento perfecto para ajustar cuentas con la actualidad, y Majo y Limpio lo dejó claro en el Encuentro de Murgas de Puerto del Rosario con un espectáculo afilado, en el que la política nacional y local fueron el blanco de su sátira. En una puesta en escena que no dejó indiferente a nadie, la murga exhibió periódicos con titulares y fotos de Radio Insular, en los que se recordaban entrevistas y polémicas recientes protagonizadas por dirigentes locales como David de Vera y David de León.
Desde el inicio, la murga dejó claro que no se guardaba nada. “Noticias, cotilleos que se escuchan en el barrio. Políticos, empresarios e intereses, no callo”, cantaron, mientras el público reaccionaba con risas y aplausos. Con su tema “Una carta para un desconocido”, hicieron un repaso feroz a la corrupción y el oportunismo político, sin importar el color del partido. “El Congreso es un aseo, el olor tira para atrás”, lanzaron con sarcasmo, en una de las frases más coreadas de la noche.
Pero las críticas no se quedaron en Madrid. A nivel local, Majo y Limpio aprovechó para hacer referencia a los conflictos y declaraciones más recientes en la política majorera. “Y buscamos a corruptos, no miren para otra gente, a los grandes empresarios, políticos, delincuentes”, entonaron, mientras en pantalla aparecían imágenes que recordaban momentos clave de la actualidad en la isla.
La murga también abordó temas sociales candentes, como la crisis de la vivienda y la gestión de las emergencias. “Si vas a La Palma, muy buenas vacaciones, un volcán fuera de gracia, ¿a qué fuiste, canchanchán?”, ironizaron sobre la respuesta del gobierno a la tragedia del volcán. Tampoco faltó su tradicional defensa del carnaval: “Nos querían dejar sin carpa, gracias al Ayuntamiento de Pájara”, soltaron con mordacidad, evidenciando su malestar con la falta de apoyo institucional a la fiesta.
El cierre de la actuación fue un emotivo homenaje a sus 40 años de historia. “Media vida dedicada al carnaval”, cantaron, mientras el público les premiaba con una ovación. Una vez más, Majo y Limpio demostró que su esencia sigue intacta: crítica, humor y amor incondicional al carnaval.
