El escenario del Recinto Ferial de Puerto del Rosario vibró con la actuación de Los Gambusitos, que, en su quinto carnaval, demostraron que la murga infantil es mucho más que diversión: es compromiso, crítica y emoción. Con una puesta en escena impecable y letras que tocaron el corazón del público, los pequeños carnavaleros dejaron claro que ellos también tienen mucho que decir.
La actuación arrancó con su presentación, un homenaje a su amor por el carnaval: “Aquí arriba brilla más la purpurina y mis letras cogen mucho más color”, cantaron con orgullo. “Nunca dejo de cantar, pues sin ti no puedo estar”, entonaron, dejando claro que para ellos el carnaval no es solo una fiesta, sino una forma de vida.
El primer gran momento de la noche llegó con su tema “Hola Don Pepito”, donde, con ironía y humor, reflejaron problemas que afectan a muchas familias majoreras. “Llamó usted al consorcio, pero hombre, ¿para qué? Como todos los años nos quejamos otra vez”, cantaron, denunciando los problemas recurrentes con el agua, la sanidad y las subvenciones. “No cojo cita, ojalá pa dentro de un mes”, añadieron, reflejando la realidad de quienes sufren interminables listas de espera en la sanidad pública.
Pero el momento más conmovedor llegó con “Cuando nos volvamos a encontrar”, un tema que dejó al público en absoluto silencio. “Hoy no hay desayuno, pues no pudimos comprar”, entonaron con crudeza. “En el cole se ríen de mí, pues las tripas no me paran de rugir”, denunciaron, visibilizando la realidad de muchas familias que luchan cada día para alimentar a sus hijos. “Te pedimos soluciones ya”, exigieron con fuerza, mientras el público rompía en aplausos y gritos de apoyo.
La murga también abordó otro de los problemas que afectan a los más pequeños: el acoso escolar. Con “Esto va para ti”, lanzaron un mensaje de esperanza a quienes sufren bullying: “Hoy te vengo a decir, no estás solo por fin, esta guerra la vas a ganar”. Al mismo tiempo, hicieron un llamado a la reflexión: “Que el abuso y hacer pasar miedo no sea una moda, lo puedes cambiar”.
El cierre de la actuación fue un canto de amor al carnaval y un llamado a la acción. “No olvides que esto es cultura, si no hacemos escuela, se mueren todas las murgas”, advirtieron, instando a proteger esta tradición. “Es llegar los carnavales, que suenen los tambores y cantar mi pasacalles”, cantaron con entusiasmo, mientras el público, completamente entregado, coreaba con ellos.