Nadie escuchó a los filósofos
La filosofía lleva mucho tiempo diciendo que vamos a entrar una crisis muy profunda de salud mental. Ansiedad, depresión, aislamiento, provocados fundamentalmente, “por un individualismo atroz que además está siendo lanzado hacia el futuro”. Es el planteamiento que realiza al inicio de la entrevista el filósofo Vico para hacer hincapié en que desde los años 90, “en el marco del sistema neoliberal en el que todos vivimos lo sabíamos y se estaba avisando. La pandemia fue un acelerante de una situación que ya sabíamos que estaba existiendo”.
El suicidio es la primera causa de muerte infantil y juvenil en España pero es que en Argentina, también, y no lo es en México, simplemente, porque allí tienen el narcotráfico que ha matado más. Los datos constatan lo que los expertos preconizaban, “pero nadie ha escuchado”, lamenta.
Este experto en ética de la comunicación, especialista en analizar el hecho comunicativo entre los animales humanos sin entrar en valoraciones morales (que es otra cuestión) insta a hablar del suicidio para poder prevenir. El código ético impedía a los medios hablar de suicidios pero cada vez hay más sensibilidad y se constata la necesidad de hablar y explicar.
La depresión y otras formas de enfermedad mental se datan hacia el año 300 antes de Cristo cuando Alejandro Magno decidió conquistar el mundo conocido. Hasta entonces, los ciudadanos griegos, orgullosos de su sentido de pertenencia, “vieron que su estatus cambió y que, de repente, se convirtieron en lo mismo que todos los demás”. Ahí se data la aparición de la ansiedad, recalca Vico, “cuando empezaron a darse ínfulas, a hacer ostentación de riqueza, de opulencia, empiezan a separar y a frivolizar con su vida y entran en una dinámica muy perniciosa que es una dinámica materialista”.
Al cosmos le importamos un pepino
Aparecieron escuelas que llaman filosóficas pero que son escuelas éticas de cómo vivir, porque la ética trata de cómo vivimos, explica, y estas escuelas dan remedio a ese dolor social con propuestas tan sencillas como la ataraxia que pregonaba Epicuro. “Ese no tener cuentas pendientes con tu conciencia, estar tranquilo, déjate de tonterías de fanfarronear”.
En su conferencia, “Confianza y amistad, los pilares para una construcción ética sana” hace especial hincapié en que todas estas filosofías curativas “no son individualistas, todas necesitan de un grupo de amigos, de personas afines. Epicuro lo tenía muy claro: el sabio tiene la obligación de hacer felices a sus amigos aunque él ya no lo necesite porque ha encontrado la felicidad en la sabiduría”.
Vico pone el dedo en la llaga de “muchas falsas psicologías y propuestas de estos coaching malditos, que están incitando a la gente y haciéndole creer que si lo desean muy fuerte muy fuerte lo consiguen. Al cosmos, de verdad, le importamos al cosmos un pepino”.
Su conocimiento y forma de explicar lo llevaron por muy diferentes caminos hasta la Universidad Nacional Autónoma de México, con más de 380.000 alumnos donde era el encargado de darles la bienvenida cada inicio de curso.
Una oportunidad para hablar de que “no solo se viene a aprender en lo académico sino se que se viene a aprender a convivir con los demás”.
Con 47 años, ha dado más de 1.000 conferencias y se ha convertido en el principal vendedor de filosofía de Mexico; un país donde la gente lo reconoce y para por la calle.
La vida le cambió completamente cuando le diagnosticaron un tipo de melanoma letal, tuvo que dejar Mexico y volver a su Sevilla natal. Gracias a un tratamiento experimental, sus marcadores oncológicos están a cero, y disfruta de una vida que vive con gran intensidad cruzando el charco periódicamente y participando en España en numerosos medios de comunicación donde es cada vez más habitual dar espacio a la filosofía.
Para la primavera del año que viene, la editorial Planeta de Mexico publicará su próximo libro que, de momento, se titulará `Golpe de realidad´. Se trata de un diálogo entre el psicólogo mexicano Jorge Cantero que entrevista a Vico para conocer cómo un psicólogo afronta una enfermedad potencialmente mortal.
Una enfermedad, subrayó, que no se arregla desde el yo sino que se ha apoyado en mucha gente para poder sanar.
Vico concluye la entrevista instando a la gente a no ser idiota, a que no camine sola por el mundo. “Nosotros solos no sabemos quiénes somos, nosotros sabemos quiénes somos por la mirada en el espejo de los otros”. Si no nos damos cuenta de esto, es que estamos absolutamente perdidos.
