Oliver Herrera, nacido en Puerto del Rosario pero residiendo en la actualidad en Lanzarote, es uno de los más expertos navegantes oceánicos en multicascos, y uno de los deportistas náuticos de mayor nivel en todo el mundo.
Se inicia en el deporte de la vela recién cumplidos los 9 años, y desde los 12 años se dedica de manera profesional a esta práctica.
En la actualidad cuenta con un amplio palmarés de triunfos tanto en vela ligera, donde llego a ser subcampeón de Europa de Snipe. Pero pronto abandona esta modalidad de la vela y se pasa al mundo del crucero, convirtiéndose en un cotizado tripulante del monotipo J80, alcanzando dos títulos mundiales y cuatro españoles. También cuenta con experiencia como tripulante de cruceros tanto de IMS como ORC.
Su última hazaña ha sido la regata de trimaranes gigantes entre Lanzarote y el Caribe, la Royal Ocean Racing Club (RORC), donde Herrera iba a bordo del Maserati junto a otros cinco tripulantes más.
La prueba arrancaba el pasado domingo día 8 enero donde los regatistas surcaron todo el Océano Atlántico hasta llegar a la isla de Granada, en el Caribe, a 3000 millas náuticas de Lanzarote.
Después de varios días de navegación no solo lograban la victoria, sino que conseguían rebajar el anterior récord en 7 horas. Esta era la cuarta vez que participan en la misma prueba, obteniendo la victoria en las últimas tres ediciones. «Desde que tomamos la salida, las primeras 24 horas las pasamos sin dormir, después descansamos en turnos de tres personas y 3 horas de sueño», explica.
El momento más duro de la competición la vivió entre El Hierro y el oeste de Cabo Verde, con un viento muy fuerte y donde confiesa, el grupo marcó su estrategia. Fue ahí donde se colocaron en primera posición, puesto que no abandonaron hasta alcanzar la meta.
El deportista asegura que participar en este tipo de pruebas se ha convertido en su trabajo al 100 %, y que afortunadamente vive de ello.
En la recta final, no dudó en criticar que en Fuerteventura el tema náutico no se sigue, no se conoce a los deportistas, a pesar de estar rodeados de mar y en detrimento de otras modalidades marinas.
Tampoco ve justo que después de conseguir algún logro deportivo, los políticos de la isla llamen para sacarse una foto. «No lo veo justo, si me llaman a mi no iría, no es un merito que hayas conseguido gracias a ellos», sentencia.
Tienes la entrevista completa en el siguiente enlace.
