Un avión ATR 72-600 de la aerolínea Binter que realizaba la ruta entre Fuerteventura y Gran Canaria declaró emergencia el pasado 9 de febrero tras sufrir un fallo en uno de sus motores en pleno vuelo. La tripulación notificó la incidencia a los controladores aéreos, quienes dieron prioridad a la aeronave y reorganizaron el tráfico en la llegada al Aeropuerto de Gran Canaria.
Pese a la emergencia, la aeronave logró aterrizar sin incidentes y fue recibida por los servicios de emergencia del aeropuerto, quienes verificaron la situación. La compañía aérea aún no ha emitido un comunicado oficial sobre las causas del fallo mecánico, pero fuentes cercanas a la operativa aérea aseguran que este tipo de incidentes, aunque inusuales, están contemplados en los protocolos de seguridad de la aviación comercial.
El ATR 72-600 es un modelo de turbohélice ampliamente utilizado en rutas cortas dentro del archipiélago canario. Este incidente se suma a otros percances recientes que han afectado a distintas aerolíneas operando en la región, lo que pone de relieve la importancia del mantenimiento preventivo y la rápida actuación de los equipos de emergencia.