La Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS), adscrita a la Consejería de Sanidad, ha recordado este martes la importancia de completar la pauta vacunal contra el sarampión, una enfermedad que, aunque en Canarias no ha registrado casos en los últimos meses, ha vuelto a mostrar un repunte en varias comunidades autónomas del país.
“La vacuna es el medio más seguro y eficaz para evitar contraer y transmitir el sarampión”, insisten desde la Dirección General de Salud Pública, en línea con la vigilancia activa que se mantiene desde hace décadas en España. Según la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, se han diagnosticado recientemente 142 casos en once comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas, con ocho brotes activos aún en investigación.
El calendario vacunal infantil contempla la administración de la vacuna contra el sarampión –parte de la conocida como triple vírica– en dos dosis: la primera a los 12 meses y la segunda a los tres años. Según los últimos datos disponibles, correspondientes a 2023, el 95% de la población canaria está correctamente vacunada en la primera dosis, mientras que la cobertura de la segunda se sitúa en el 89%.
Desde Sanidad se recomienda revisar el estado vacunal de los menores de cuatro años, así como de aquellas personas nacidas a partir de 1978 que no tengan constancia de haber recibido dos dosis ni haber pasado la enfermedad de forma natural. “Revisar el historial vacunal es clave para garantizar la inmunidad de grupo y evitar que el virus se propague en la comunidad”, insisten desde el SCS.
El sarampión, enfermedad febril exantemática muy contagiosa, puede causar fiebre, congestión nasal, tos, y erupciones cutáneas que se inician en la cara y se extienden al resto del cuerpo. Aunque suele tener un curso benigno, puede derivar en complicaciones como neumonía, otitis, laringotraqueitis, diarrea, e incluso encefalitis o fallecimiento, especialmente en la infancia.
En España, la vacunación frente al sarampión se introdujo en 1975 y se reforzó en 1981 con la vacuna triple vírica. Desde 1996 se administra una segunda dosis que ha permitido alcanzar altas coberturas y reducir de forma drástica los brotes. En 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a España libre de transmisión endémica de sarampión.
Sin embargo, la pérdida de confianza en las vacunas en algunos países ha favorecido la reaparición de la enfermedad. En este contexto, desde Sanidad se insiste también en la importancia de que el personal sanitario esté correctamente inmunizado, al ser uno de los colectivos con mayor riesgo de exposición y transmisión en brotes recientes.
“Si las coberturas vacunales descienden, el sarampión puede reaparecer y transmitirse rápidamente, incluso en países desarrollados”, alertan los expertos.