La Consejería de Sanidad pone en marcha un nuevo algoritmo integrado en la receta electrónica del Servicio Canario de la Salud (SCS) que contribuye a optimizar y garantizar la prescripción segura de los inhibidores de la bomba de protones (IBP) en aquellos tratamientos que superan las doce semanas de duración.
Los IBP (omeprazol, lansoprazol, pantoprazol, esomeprazol y rabeprazol) son ampliamente utilizados y se han mostrado muy efectivos para el tratamiento de toda la patología digestiva relacionada con la secreción ácida gástrica. Sin embargo, su uso continuado y prolongado sin la adecuada evaluación médica puede conllevar riesgos, como deficiencias nutricionales, alteraciones óseas o infecciones gastrointestinales.
Desde la Consejería se aclara que los IBP no son “protectores de estómago”, como vulgarmente se les conoce, frente a irritaciones o daños directos causados por alimentos, bebidas o medicamentos, sino que se trata de unos potentes fármacos indicados para toda la patología gástrica relacionada con el ácido, como la úlcera gastroduodenal o la esofagitis, entre otras.
El algoritmo puesto en marcha por el SCS permite detectar automáticamente situaciones en las que el tratamiento prolongado podría ser innecesario o precisar una reevaluación. A través de receta electrónica del SCS, los profesionales sanitarios recibirán alertas personalizas que les facilitarán la toma de decisiones y fomentarán la adecuación del tratamiento, siempre en beneficio de la salud de los pacientes.
Con esta medida, se pretende adecuar la prescripción crónica de IBP a las indicaciones autorizadas en España, adaptándolas según la mejor evidencia científica disponible para su uso crónico.
Indicaciones
Los casos para los que están indicados estos tratamientos prologandos de los IBP son: esófago de Barrett, esofagitis severa (grados C, D de Los Ángeles), úlcera gastroduodenal sangrante, diagnóstico oncológico, uso crónico de AINEs o antiagregantes que, además, cumpla uno de los siguientes criterios: personas mayores de 65 años, uso concomitante de antiagregantes, corticoides, anticoagulantes o úlcera gastroduodenal previa no complicada.
Ventajas del nuevo algoritmo
Entre los beneficios de este nuevo algoritmo y del este sistema de ayuda a la prescripción están la mejor identificación de tratamientos prolongados que requieren revisión clínica, la emisión de avisos automáticos que favorecen la prescripción justificada y la revisión periódica del tratamiento, la optimización de la seguridad del paciente, minimizando riesgos asociados al uso crónico de IBP, y una mayor eficiencia clínica, integrando este algoritmo en la receta electrónica, sin interrupciones para el profesional, ya que es en el momento de la revisión del plan de tratamiento o en la nueva prescripción cuando se dispara el algoritmo.
Actualmente, en Canarias el 29 por ciento de los pacientes tienen incluido en su plan de tratamiento prescripciones de IBP, de las que el 88 por ciento presentan una duración crónica. Según un reciente estudio desarrollado en Atención Primaria, la prescripción crónica inadecuada de estos fármacos supone en Canarias un 92 por ciento de todas las prescripciones.
Apuesta por la salud digital
Esta innovación se enmarca dentro de las iniciativas de optimización de la farmacoterapia y salud digital impulsadas por el SCS, cuyo objetivo es promover el uso seguro, eficiente y racional de los medicamentos en Canarias.
La implementación de este nuevo algoritmo en receta electrónica permitirá a los profesionales sanitarios tener un mayor control sobre los tratamientos de larga duración con IBP, priorizando siempre la seguridad, eficiencia y calidad asistencial de los pacientes.
Con este desarrollo, el SCS refuerza su apuesta por la digitalización y por herramientas de apoyo a la prescripción que mejoren los resultados en salud y la atención a los ciudadanos de Canarias.