“Me han destruido como persona y como mujer”. En el Día Internacional contra la Violencia de Género, Rosalía González rompe su silencio para denunciar un infierno laboral marcado por humillaciones, discriminación y represalias que acabaron con su despido ayer. Su testimonio muestra la realidad que todavía viven demasiadas mujeres no solo en el hogar, sino también en su puesto de trabajo.
Las concentraciones, manifiestos y actos institucionales se desarrollan por toda la geografía insular para poner el foco en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre. Desde 2003, 1.334 mujeres han sido asesinadas en España a manos de sus parejas o exparejas; una cifra que evidencia la magnitud de esta lacra que no solo se vive en el ámbito familiar, sino que también se extiende a la esfera pública, a pesar de las leyes promulgadas en el país para avanzar hacia una sociedad más justa.
Rosalía González, trabajadora de 55 años, ha querido dar su testimonio y visibilizar cómo el acoso en el trabajo puede llevar, incluso, a querer quitarse la vida. Tras solicitar compatibilizar su empleo con otra actividad laboral —sin respuesta hasta la fecha—, finalmente ayer, en vísperas del 25N, fue despedida.
Doblemente víctima
“Yo estoy muerta laboralmente. A mí me han destruido como persona, como mujer”, relató entre lágrimas en una entrevista en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular.
González ya había sido víctima de violencia de género en el ámbito familiar años atrás, un episodio en el que no quiso profundizar por respeto a sus hijos y porque la persona maltratadora ha fallecido. Fue una situación muy difícil y nunca imaginó —asevera— que la volvería a vivir, y menos en su puesto de trabajo. “Sé lo que es estar excluida socialmente y en el entorno familiar… pero lo que no esperaba es tener que pasar por lo que he pasado en el entorno laboral”.
Un entorno masculinizado y un jefe que hacía “mítines diarios contra las mujeres”
Tras un primer contrato temporal que finalizó, Rosalía recibió de nuevo la llamada de la empresa para cubrir una vacante indefinida. Una incorporación acompañada de una carta que reconocía “sus valores y su buen hacer”, según explicó. En un entorno donde era la única mujer y desempeñando una labor “poco” femenina, poco tiempo después las cosas comenzaron a torcerse.
Según desveló, su jefe directo publicaba a menudo en redes sociales contenidos “muy agresivos” e insultos hacia mujeres, víctimas de violencia de género y personas homosexuales o trans. Mensajes que también divulgaba en el centro de trabajo. Fue, precisamente, después de “uno de sus mítines diarios contra las mujeres”, cuando González trató de replicar y le confesó que era víctima de violencia de género.
Una confesión que supuso para Rosalía un punto de inflexión en su situación laboral. “Me metí en esa conversación sin saber lo que me esperaba, y a partir de ahí mi vida ha sido un infierno”, aseveró.
A partir de ese momento eran más habituales las humillaciones, con chistes misóginos, comentarios sobre el físico de mujeres, burlas hacia trabajadoras del sector y hacia personas LGTBI. “Hace chistes obscenos, hace gestos de masturbarse… y todo eso en mi presencia. Tengo 55 años, yo no tengo necesidad de vivir una hostilidad así día a día”, denunció.
La situación se agravó cuando González solicitó compatibilizar su jornada con otro empleo, algo que —asegura— sí se permitía a otros compañeros. La respuesta fue una negativa rotunda. “A mí se me prohíbe cualquier ayuda… y se me empiezan a complicar las cosas”. Reducción de horas, retirada de funciones, salario más bajo que el de recién llegados y falta total de acceso a maquinaria o formación. “Me han relegado al papel de carga y descarga. Directamente”, lamentó. Nada de eso ocurre en el trabajo que desempeña, similar, para otra empresa.
El acoso diario desembocó en una crisis emocional grave que le llevó, incluso, a buscar la manera más drástica para acabar con el sufrimiento. “Fue un día muy oscuro… pensé en hacer una locura, incluso en quitarme la vida”, reconoció. Acudió al centro de salud, donde fue derivada a psiquiatría con hipertensión severa.
Protocolo de acoso y despido
El pasado mes de marzo activó el protocolo interno de acoso. Varios compañeros, incluso algunos que ya no estaban en la empresa, prestaron testimonio. Según le trasladó la parte social, los hechos estaban más que acreditados.
La parte social recomendó apartar al presunto agresor, reeducarlo y evaluar su reincorporación. La empresa se negó. En su lugar ofrecieron formación general “en liderazgo e igualdad” a toda la plantilla y tres sesiones de psicología para Rosalía. Sesiones en las que “la psicóloga solo me insistía en que por qué no me iba de la empresa”.
En julio, González acudió a la Inspección de Trabajo. Hasta hoy —asegura— no ha recibido respuesta. Mientras tanto, la situación empeoró: “Una discriminación tras otra… he pasado de cobrar 1.300 a 1.000 euros mientras mis compañeros siguen subiendo”.
Finalmente ayer “consiguieron ponerme en la calle, sin causa justa”, lamenta.
“No se callen, pero que sepan que no todo es como lo pintan”
A pesar del miedo, la angustia y la pérdida del empleo, González ha decidido hacer pública su denuncia, llegar “hasta el final” y llevar el caso a los tribunales.
En este día, 25 de noviembre, insta a las víctimas que estén viviendo esta situación a “que no se callen, que lo denuncien… pero también tienen que saber que no todo es como lo pintan. Yo ayer perdí mi trabajo de manera injusta. La ley dice que estamos protegidas, pero yo estoy sin trabajo”, recalcó.
Rosalía pide poner el foco en los entornos de trabajo, que se articulen medidas para evitar el acoso laboral y que los protocolos no sean un mero papel que exhibir para la buena imagen de la empresa.





Rosalía González, una mujer de 55 años, ha denunciado acoso laboral y discriminación durante el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En su testimonio, revela cómo este acoso, que incluía humillaciones, comentarios misóginos y burlas, le llevó a considerar quitarse la vida. A pesar de activar el protocolo interno de acoso y contar con testimonios de compañeros, la empresa se negó a tomar acciones significativas contra el presunto agresor. En cambio, González fue despedida, lo que ha llevado a que planea llevar su caso a los tribunales.
Radio Insular Fuerteventura sigue hacia delante Rosalía no te quedes de brazos cruzados has que ese que te izo daño pague con su despido lo tuyo Injusto y lo del sea justo por pagar lo que te te izo fuerza y no pares hasta que no sea resuelto tu caso ! 🙏🙏
Quiero expresar todo mi apoyo y mi profunda admiración a Rosalía González por la valentía de hacer público su testimonio en un día tan significativo como el 25N.
Lo que Rosalía denuncia no es un caso aislado: la violencia machista también existe en los entornos laborales, y demasiadas mujeres la sufren en silencio por miedo a represalias, a perder su empleo o a ser desacreditadas. Su relato —humillaciones, discriminación, castigos encubiertos, pérdida de funciones, aislamiento y trato vejatorio— demuestra que aún queda muchísimo por hacer para garantizar espacios de trabajo seguros, igualitarios y libres de violencia.
Su frase “me han destruido como persona y como mujer” debería conmovernos a todos. Nos recuerda que esta lucha no es simbólica: es una lucha por la dignidad, la justicia y los derechos humanos. Su caso muestra claramente que los protocolos internos contra el acoso deben ser reales y efectivos, no simples documentos de fachada, y que la protección a las víctimas debe ser inmediata, integral y sin excusas.
Rosalía es doblemente valiente: por haber sobrevivido a la violencia machista en su vida personal y por alzar la voz ahora frente a la violencia laboral que ha sufrido. Su testimonio es necesario para que otras mujeres comprendan que no están solas, que su experiencia importa y que denunciar también es una forma de salvar a otras.
Ojalá su caso sirva para abrir los ojos a empresas, instituciones y responsables públicos, y para impulsar cambios reales. Porque ninguna mujer debería perder su trabajo por denunciar violencia. Porque ninguna mujer debería ser callada. Y porque ninguna mujer merece soportar las consecuencias de un sistema que —aún hoy— sigue fallando.
Gracias, Rosalía, por tu fuerza, por tu ejemplo y por no rendirte. Hoy y siempre, contigo.
Lo mejor ke haces defiende lo tuyo y sigue adelante
Mi apoyo para ti
Las personas que la acosaban nacieron de un zapallo , por lo visto..vamos no bajes los brazos ..hay veces da vergüenza que esas personas nacieran de madres que amaron tanto tener un hijo .
Un inmenso abrazo 😭😭😭
Hoy, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, envío todo mi apoyo a Rosalía, que ha sido despedida tras sufrir acoso laboral.
La violencia también está en los gritos, las humillaciones, las amenazas veladas y el uso abusivo del poder. Cuando un superior humilla, degrada o silencia a una mujer, no está dirigiendo, está ejerciendo violencia. Y ese maltrato cotidiano destruye autoestima, salud y oportunidades.
Por eso es imprescindible dejar de justificarlo y denunciarlo. Nadie tiene derecho a quebrar la dignidad de otra persona desde un cargo o una jerarquía.
No debemos tener miedo de enfrentarnos a esta lacra. Plantar cara a los acosadores es necesario para romper el silencio que los protege.
La dignidad no se negocia. Un entorno laboral seguro es un derecho, y defenderlo nos corresponde a todos.
En el siglo en el que estamos y esto es un sin parar ,todo mi apoyo
Sería interesante saber donde trabajas Rosalía, sé valiente, no estarás sola.
Antonia Santana Campos observa la imagen y lo sabrás
Miguel Moreno del Pino si, lo hice, sería bueno que se supiera.
Miguel Moreno del Pino tendrian que poner el nombre!!!para que se sepa!!
Todo mi apoyo pero no te calles porf el silencio no nos beneficia a ninguna, ya es hora de pararles los pies a estos pobres hombres por qué no son otra cosa. Me gustaría ver si eso le pasara a su mujer .hija o hermana si la tienen ojalá que no pero a estos machitos hay que darle donde les duela . Un abrazo Rosalía
Ánimo y muchas fuerzas Rosalía has sido una persona muy valiente en decir ¡Basta ya!. Sería bueno saber en donde era que trabajabas para que a otras mujeres no les pase lo mismo que a ti.
Esperanza Rodriguez hola!la imagen que pusieron,lo dice!!
Pues yo os voy a decir donde viví un gran Calvario que marcó mi vida y el de cincuenta y dos compañeras más con un jefe de bares y cuando se terminó con el jefe de bares se empezó con el director general del hotel un desgraciado que me hizo la vida mártir pero solamente dio lo perdonará porque yo lo que pase en el Hotel Las Playitas Fuerteventura no se me olvidará nunca con aquellas semejantes personas por decir personas porque aquello eran animales yo a día de hoy escucho un ruido de zapato peculiar y me ACU curro y me escondo del miedo porque parece que lo tengo a mi espalda y al otro semejante solo le pido a Dios que le pase a sus hijas lo que hizo con alguna de mis compañeras y con lo que hizo con las que no caímos no dimos el paso para poder seguir pero por nuestra rebeldía nos rompía hasta el parte de vacaciones con personas que viéramos de la península y perdíamos nuestras nuestros pasajes pero tengo que decir una cosa gracias Armando González gracias mil gracias por escucharme y escuchar a todas mis compañeras el día del juicio fuimos cincuenta y dos en una guagua aquello no era mentira aquello tenía que haber salido en televisión y lo único que hizo la justicia fue un despido pero y el daño que nos hizo que no lo pagó yo estuve un año medicada y toda la semana me veía el psicólogo y y le doy miles de gracias al jefe de recursos humanos por pasarme a la mutua y no dejarme a la lista de espera de la Seguridad Social porque no sé que hubiese pasado porque era de esa forma y muchas veces lo intenté hacerme a mí mismo la cual no se lo merecía se lo merecían otros semejantes personajes luego dicen que hay personas que son malas yo fui demasiado buena porque tenía que estar pudriéndose en la cárcel por lo menos el jefe de bares y al director le llegaron a quitar el pasaporte y tenía que ir una vez al mes a firmar pero eso no es suficiente castigo no es que quisiera dinero no hay dinero que pague el dolor y el sufrimiento que no hicieron pasar ni las secuelas que se nos queda porque eso siempre está presente porque ahora pienso yo el día que mi hija empieza a trabajar va a dar con una persona como esa y le va a hacer algo o va a poder ella esquivarlo y escapar porque vivir con ese miedo hay muchas rosalías escondidas que no dan la cara por vergüenza porque se creen que es mentira que queremos ser protagonistas que lo que queremos es un una indemnización como me dijeron a mí uno de ellos que cuanto quería para que me callara la boca y me contestación fue yo vine a Fuerteventura a trabajar no a que me dieran billetes para tapar bocas al que le retiraron el pasaporte que era el director a los años se lo entregaron y vino al hotel cuando yo sentí los pasos mi compañera Nieves perdona que te mencioné mi compañera Nieves no me encontraba en el buffet me escondí debajo del bufé en las puertecitas que hay que por debajo están los conductos del agua y la o enchufe de la luz me escondí hecha una bola y ella lloraba que a dónde estaba su compañera que no la encontraba cuando a él lo vio dicen no no la he visto vengo a pedirle perdón porque me marcho he venido expresamente a pedirle perdón a ella y a su compañía y a su pareja porque les he hecho mucho daño él a mí no me vio la cara yo sí escuché las palabras que le dijo a mi compañera con eso me bastaron pero que lo perdone Dios pero a las personas que hay como yo Inma Rosalía salid dad la cara levantar la voz somos muchas pero a veces pasan las cosas porque muchas callamos y callan y eso no se puede consentir basta ya de tener a esos animales puestos al frente de personas buenas trabajadoras a las cuales solamente ellos le apagaban la luz y le quitaban el brillo de sus ojos listo para ello era ganar la partida después de lo demás que no voy a decir cosas que pasaban y a las cuales algunas personas tampoco pasaron pero cuando pero cuando la gente joven termina los estudios y en verano quieren echar dos meses de trabajo veías como se aprovechaban niñita jóvenes y se armaron de valor cuando se enteraron de que alcemos la voz y dijeron yo me fui también por eso y fulanita también se fue por eso y fulanita también se fue por eso y el total fuimos cincuenta y dos y la justicia solamente dijo un despido sin finiquito y sin paro pero a donde fue volvió a hacer el mismo Caimán que era la tierra se lo tragó nunca más lo volví a ver pero a ese ni Dios lo perdona
A por todas, eso no es un jefe, es una mierda pinchada en un palo
Que pena que las empresas encubrar los acosos laborales entre compañeros Jefes…
Buenos y en el Cabildo de Fuerteventura también hay departamento que practicaba el acoso laboral entre compañeros, jefes y politicos de turnos y más si no eres de su partido politicos o le ries las gracias al jefito de turnos..
Que desgracia estar al lado de que tengas que tolerar con ese gentuzo.
Pero espero y deseo que yo vea el karma de algunos y algunas.
Por eso entiendo a Rosalía, que no la conozco de nada.
Pero también sucede entre compañeras que las nombran de Jefa, Consejeras que piensan que cuando llegan al poder pueden humillar y acosar a los empleados públicos.
Ya que la administración deberia de ser un ejemplo, pues no es así.
Tengo para escribir unos cuantos tomos, hay mucho abuso de poder, de vergüenza
Y nos preguntamos a denunciado a su empresa por acoso o se callado
Miguel Herrada ha leido usted el articulo??lo pone claramente!!
Paula LynxEs no me queda claro a denunciado si o no mucha queja pero y…..
Miguel Herrada si pone muy claro que ha denunciado!!!..y bien denunciado!!!
Paula LynxEs pues nada adelante
jj
Caramba , veo que la presentadora esta hace muchas preguntas y se muestra muy interesada en el caso, cuando me citó a mi para contar el mío , me cortaba , cada vez q no le interesaba lo que estaba diciendo…..
Todo mi apoyo para Rosalía y para todas las personas que sufren cualquier tipo de acoso, la solución para acabar con esto es denunciar y buscar todo el apoyo posible. 🙏🤗
En este aeropuerto Fuerteventura, se a dejado de la mano y ya se a normalizado el «esclavismo laboral» y el deporte rey es el lanzamiento de «cuchillos a la espalda entre compañer@s» con el beneplacito y el jadeo de las empresas. No hay dignidad, principios ni respeto. Para todas las empresas que estan en este aeropuerto, por contagio o por que ven que aqui pueden hacer lo que quieran ya que los sindicatos se pueden comprar, los abogados, inspeccion de trabajo etc …se sienten impunes. LO ASEGURO Y AFIRMO porque llebo 21 años en este aeropuerto trabajando y por defender mis derechos y no venderme ni vender a mis compañeros por un cargo o por que me den palmaditas en la espalda como a los perros, con perdon de los perros, pq valen mas que much@s que por genetica son «humanos» pero tendrian que ser cucarachas y muy generosa estoy siendo. Terminaron de «romperme» por atacarme de mi unico punto debil….LA SALUD para desacerse de mi por reinvindicar nuestros derechos laborales y nuestra dignidad como personas. Asi que apoyo a mi COMPAÑERA, aunque no teniamos la misma profesion ni compartiamos empresa, pero trabajabamos en el mismo aeropuerto de Fuerteventura.
Que pena de mi isla, lo que era cuando llegue(soy de Barcelona) y lo que es ahora.
QUE DISFRUTEN DE LO VOTADO. Y SIGAN VOTANDO A LOS MISMOS CACIQUES CON DISTINTO COLOR.