Puerto del Rosario mantiene su atractivo como puerto de escala en las rutas atlánticas de invierno, pese a registrar una ligera contracción en el número de cruceros programados. La previsión oficial de la Autoridad Portuaria para la temporada 2025/2026 contempla 151 escalas, frente a las 157 del ejercicio 2024/2025, con una flota compuesta por 32 buques diferentes —ocho menos que el año anterior—, pero con idéntico techo de eslora, 344 metros, equivalente al de los megacruceros de última generación como el Iona de P&O Cruises.
El descenso, sin embargo, no implica una pérdida de peso del destino, sino una reconfiguración interna de las flotas. Las principales navieras europeas mantienen sus rutas con Fuerteventura, aunque con rotación de barcos. MSC sustituye el Opera por el Música, Costa Cruceros reemplaza el Diadema por el Fortuna y AIDA Cruises, líder en el segmento alemán, conserva su imbatible AIDAcosma semanal mientras intercambia el resto de unidades: salen AIDAblu, AIDAdiva y AIDAprima, y entran AIDAbella y AIDAluna, que realizarán varias escalas con pernocta.
El patrón más constante sigue siendo el denominado “jueves AIDA”, con llegadas regulares y, en muchos casos, salidas al día siguiente. Esa circunstancia, destacan desde el sector turístico, amplía la ventana de gasto de los pasajeros, que ya no se limita a las excursiones diurnas sino que incluye cenas, ocio nocturno y compras.
También permanecen en calendario los nombres habituales del mercado británico: P&O Cruises, con los Azura, Ventura y Iona; y Marella Cruises, que esta vez alterna el Marella Explorer 2 con el nuevo Marella Voyager. En el segmento alemán, Mein Schiff 7 repite su presencia y se suma el Mein Schiff 6, consolidando la conexión con el turismo germano.
Una de las novedades más destacadas es la diversificación del segmento de cruceros premium y boutique. Para la temporada 25/26 figuran escalas de navieras como Ponant, Oceania, Mystic, Seabourn o Club Med 2, con barcos de menor capacidad pero alto gasto medio por pasajero. Estos buques de lujo, de entre 100 y 200 metros de eslora, representan un público más reducido y especializado, con interés por la cultura local, el arte y la gastronomía.
En términos operativos, Puerto del Rosario sigue siendo puerto de paso estratégico en las rutas atlánticas que enlazan Madeira, Canarias y la costa occidental africana. Los informes de la Autoridad Portuaria confirman que la infraestructura mantiene su capacidad para acoger megacruceros de más de 300 metros y varias escalas simultáneas, algo que refuerza la posición del puerto como destino seguro, cómodo y competitivo en el mapa internacional.
Desde el punto de vista económico, los expertos señalan que el impacto del turismo de cruceros depende menos del número de escalas y más del tiempo de estancia y perfil de visitante. Las pernoctas y la llegada de barcos boutique suponen una oportunidad para aumentar el gasto directo en restauración, comercio y servicios locales, así como para consolidar el turismo de mayor poder adquisitivo.
Instituciones y empresarios deben aprovechar la tendencia con acciones coordinadas de dinamización, especialmente los jueves, coincidiendo con las llegadas de AIDA, y durante las escalas nocturnas de invierno. Mercadillos artesanales, música en directo, rutas guiadas o gastronomía local son algunas de las estrategias que se barajan para fidelizar al pasajero y reforzar la imagen del destino. La temporada 2025/2026 se perfila como una etapa de ajuste más que de retroceso, en la que el puerto capitalino consolida su posición en el circuito internacional y amplía su atractivo hacia segmentos más exclusivos, manteniendo la confianza de las grandes navieras europeas.





El puerto de Puerto del Rosario prevé 151 escalas de cruceros en la temporada 2025/2026, seis menos que el año anterior. A pesar de esta pequeña contracción, el puerto sigue siendo atractivo para las rutas atlánticas de invierno. Las grandes navieras europeas mantienen sus rutas con Fuerteventura, aunque con rotación de barcos. Además, se espera un aumento del gasto de los pasajeros debido a la rotación de barcos y la llegada de cruceros boutique. El puerto continúa siendo un punto estratégico en las rutas atlánticas y un destino seguro, cómodo y competitivo en el mapa internacional.