El Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife ha advertido este martes del previsible aumento del abuso de pantallas en menores coincidiendo con la llegada de las vacaciones de verano, una época en la que el incremento del tiempo libre eleva el riesgo de sobreexposición a dispositivos electrónicos.
Según un estudio de la Asociación Americana de Psicología, el uso excesivo de pantallas en niños menores de 10 años está directamente relacionado con la aparición de problemas emocionales y conductuales como ansiedad, agresividad o hiperactividad.
La portavoz del Colegio, Tamara Cabrera, subraya que uno de los principales problemas es que “las pantallas se usan como mecanismo de entretenimiento o conexión social sin ser conscientes de su impacto negativo en el comportamiento y estado de ánimo”. Cabrera destaca que durante el verano “la rutina se diluye y aumenta el tiempo ocioso, lo que favorece el abuso de dispositivos si no se establecen límites claros”.
Desde la institución recomiendan a las familias planificar tiempos sin pantallas, fomentar actividades al aire libre o deportivas y, sobre todo, dar ejemplo: “Si nuestros hijos nos ven constantemente conectados, imitarán ese comportamiento. Es contradictorio establecer normas de uso si los adultos no las respetamos”, insiste Cabrera.
El Colegio recuerda que la sobreexposición a las pantallas impacta negativamente en la atención y el aprendizaje, especialmente en edades tempranas, por lo que anima a padres y madres a implicarse activamente en promover alternativas de ocio más saludables y equilibradas.
El Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife alerta sobre el probable aumento del uso excesivo de pantallas en niños durante las vacaciones de verano. Según un estudio de la Asociación Americana de Psicología, este abuso puede causar problemas emocionales y conductuales, como ansiedad, agresividad e hiperactividad. La portavoz del Colegio, Tamara Cabrera, afirmó que a menudo se utilizan las pantallas como entretenimiento o conexión social, sin ser conscientes de su impacto negativo. Cabrera recomendó planificar tiempos sin pantallas, fomentar actividades al aire libre o deportivas y dar ejemplo. Además, destacó que la sobreexposición a las pantallas afecta la atención y el aprendizaje, especialmente en edades tempranas.