Álvaro Veiga se acercaba este lunes a la Plaza de la Iglesia portuense donde se celebró una concentración y lectura de manifiesto, organizada por la Asociación Entre Mares, por la muerte de tres migrantes en la costa de Canarias.
(Video del acto aquí, en unos minutos)
A continuación puede leer este comunicado íntegro:
«Desde la Asociación Socio-Cultural Entre Mares queremos expresar nuestro inmenso dolor y solidaridad con las familias de las tres personas fallecidas tras volcar la embarcación en la que viajaban cerca de la costa del Sur de la isla de Tenerife, en la mañana del pasado viernes.
Así como acompañar en su dolor y tristeza a las familias de los dos inmigrantes fallecidos y los nueve desaparecidos al volcar la patera en la que viajaban el pasado sábado, frente a la costa de Mazarrón en Murcia.
Nos encaminamos horrorosamente hacia la misma historia que en los peores años, nunca ha habido años buenos, de las llegadas de embarcaciones a las costas de Canarias. En los años 2006, 2007 y 2008, no había día que no llegaran muertos a las costas.
Otra vez algunos cadáveres se identificarán pero la mayoría se quedarán en las morgues de las islas y la Península o enterrados en tumbas sin nombre.
En este último año muchas familias han sabido el significado de no cerrar el duelo. De no poder acompañar, de no recibir consuelo desde hace décadas en el continente vecino, cientos de familias llevan años sin poder hacerlo ¿acaso su dolor es menor que el nuestro?
La nueva política migratoria…sigue siendo la vieja política: no solo hace morir a las personas, sino que las deja morir…
No simplemente hemos aceptado y asumido un modelo de frontera que supone todas estas muertes, sino que todavía, parecen pocas y se pretende endurecer más. La pregunta es cuántas muertes pueden asumir y justificar los aireados valores democráticos…
Ya no hablamos de migración, sino de derecho a la vida, a la dignidad. Es una vergüenza que tengamos viviendo en las calles de las islas a jóvenes que han vivido una tragedia enorme, presenciando como se ahogaban otras personas sin poder hacer nada por ellas.
Tenemos que seguir oyendo que existe en la UE y en España una política de puertas abiertas a la inmigración, cuando lo cierto es que siguen muriendo miles de personas año tras año en el Atlántico y en el Mediterráneo y todo ello, a pesar de esta política. Esta forma de banalizar las muertes en los espacios de frontera, difunden a su vez que estas personas disfrutan de privilegios nada más entrar en Europa…sin duda lo estamos viendo a las puertas de nuestras casa estos días…
Otra política migratoria es posible… justa, solidaria y acorde con los Derechos Humanos de los que tanto nos vanagloriamos. Se puede facilitar la llegada de estas personas, habilitar rutas seguras, cambiar el modelo de frontera, cambiar y/o derogar la ley de extranjería. Pero tal vez ello eliminaría la mano de obra barata, la demonización del diferente, el chivo expiatorio de todos los males que nos asolan.
No vamos a permanecer en silencio ante lo inhumano de estas muertes, ni ante los abusos extremos de los derechos humanos de estos viajes hacia la muerte; ni ante la indignidad en la que viven retenidos en las diferentes islas después de haber llegado escapando de la muerte.
Por todo ello:
– Mostramos nuestra más absoluta indignación por la continua repetición de esta injusticia que supone tantas muertes para llegar a las costas.
– Exigimos que se tomen medidas concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar.
– Exigimos que los distintos gobiernos abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias.
– Exigimos que se hagan todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares.
– Exigimos que de forma inmediata se dote de los recursos que sean necesarios para solventar las graves deficiencias de los centros en los que se está trasladando a las personas migrantes. Así como se proceda a autorizar la salida de las islas a las personas que deseen continuar con su viaje. No forzándolas a permanecer durante meses en lugares en los que se vulneran los derechos básicos de las personas.
Estamos aquí, de nuevo para denunciar esa injusticia, esa sin razón y esa indigna acogida».