Cáritas Diocesana de Canarias ha atendido en lo que va de año a 1.053 personas en situación de sin hogar en la provincia de Las Palmas, según ha informado la entidad con motivo del Día de las Personas sin Hogar, que este año se celebra bajo el lema “Sin hogar, pero con sueños”. La organización advierte de un aumento sostenido de la vulnerabilidad en las islas, donde la falta de vivienda, la precariedad laboral y la ausencia de redes de apoyo están dejando a miles de personas fuera del sistema.
La entidad organizó este jueves una marcha y la lectura de un manifiesto en la capital grancanaria para visibilizar “la extrema vulnerabilidad que viven las personas en situación de calle como consecuencia de la privación del acceso a una vivienda adecuada y digna, así como la ausencia de estabilidad económica, social, familiar y laboral”.
Durante 2024, Cáritas atendió a 1.571 personas sin hogar en Las Palmas, una cifra que podría superarse este año. El Área de Vivienda de la organización ya ha acompañado a más familias en 2025 que en todo el año anterior, debido a la creciente dificultad para acceder a un hogar.
La responsable del área, María Eugenia Rocha, explicó que “la falta de una vivienda obliga a estas personas a afrontar a diario una serie de obstáculos que impiden su integración plena en la sociedad y que provoca que, en muchas ocasiones, su realidad se cronifique”. Rocha señaló que la inseguridad, los problemas de salud física y mental, la falta de empleo estable y las dificultades administrativas como el empadronamiento agravan la exclusión social.
El perfil más frecuente de las personas atendidas por Cáritas es el de un hombre en edad laboral, sin empleo ni red de apoyo, que se ve abocado a vivir en la calle. Sin embargo, la organización constata un incremento de cinco puntos en el número de mujeres sin hogar, un fenómeno que preocupa especialmente por su vínculo con la salud mental y la violencia de género. Estas mujeres suelen llegar “tras agotar todos sus recursos personales y en situaciones más deterioradas”.
El 60% de las personas atendidas son de nacionalidad española, aunque entre la población migrante el 63% carece de documentación regularizada, lo que les impide acceder a recursos municipales.
En el conjunto del país, Cáritas acompañó el año pasado a 42.850 personas sin hogar, un 1,21% más que en 2023. La responsable de la campaña nacional, María Santos, subraya que la vulnerabilidad sigue aumentando: “Es urgente seguir interpelando a las administraciones públicas, garantes de los derechos humanos, acerca de la realidad que están viviendo estas personas”, señaló.
La entidad recuerda que el sinhogarismo no solo se limita a quienes duermen en la calle. Según la Tipología Europea ETHOS, también incluye a quienes viven en viviendas inseguras, inadecuadas o cedidas temporalmente. En España, tres millones de personas (6,3%) utilizan ya formas precarias de tenencia de vivienda, mientras que 3,4 millones (7%) sufren condiciones de hacinamiento, según los datos del IX Informe FOESSA que se presentará en noviembre.
Cáritas dedicó el pasado año 41,7 millones de euros a su programa de personas sin hogar, el 8,6% de su presupuesto total. Su objetivo, recalca la organización, no es solo proporcionar techo, sino reconstruir vínculos humanos que permitan a las personas recuperar su sentido de pertenencia y dignidad.
Como expresó una de las participantes en la campaña, Teresa, de 59 años: “Hay noches en que me duermo imaginando que vuelvo a tener una mesa para invitar a mis nietos a merendar. No sé si pasará, pero ese sueño me mantiene viva”.
