En la provincia de Las Palmas se estima que hay 517 niñas en riesgo de sufrir ablación de clítoris y 45 de ellas están “en riesgo extremo”. Aunque no hay datos actuales relativos a Fuerteventura, se sabe que en 2016 se tenía constancia de 316 niñas nacidas en la Isla y mutiladas. Son datos ofrecidos por la presidenta de la asociación de mujeres mauritanas Dimbé, Hawa Touré, y del secretario general de la entidad, Didi Diakhate, este martes en una entrevista en Radio Insular donde expusieron la realidad de esta “tradición cultural, una norma social” que supone, “un acto de violencia de género extremo, vulneración de derechos y unas consecuencias psicológicas permanentes”, recalcó la presidenta.
Víctima de la ablación, cuando contaba diez años de edad, la propia Touré explicó que la mutilación genital femenina, dependiendo del país y de cada etnia, se practica con una cuchilla de afeitar, tapas de lata o un cuchillo fabricado por la persona que realiza la práctica. En muchos casos no hay unas condiciones básicas de higiene y las heridas se pueden infectar.
A pesar de que en muchos países africanos la práctica no es legal, lo cierto es que la presión social puede más y el miedo al rechazo de vecinos y familiares hace que esta forma de violencia se perpetúe entre generaciones.
Desde Dimbé se denuncia que en Canarias no existe un protocolo de actuación como hay actualmente en otras comunidades autónomas por lo que se insta a desarrollar un protocolo sanitario específico y coordinado que unifique y determine las actuaciones a desarrollar a la hora de abordar casos de Mutilación Genital Femenina. Se pide también otro protocolo de actuación integral y coordinado entre el sistema sanitario, educativo, social, jurídico y cultural así como la formación a profesionales.
Para concluir Hawa Touré insistió en que no se trata de un problema africano, es un problema de desarrollo sostenible que está afectando también a niñas canarias.