No, esto no es ni ficción ni una distopía. La American Library Association (la asociación de bibliotecas estadounidenses, que es además la mayor y más antigua del mundo) redacta cada año un informe anual que monitoriza los esfuerzos de diferentes grupos políticos y de presión por prohibir libros “problemáticos” en bibliotecas y colegios de todo el país.
Cristina Quesada, con sonrisa pícara como si estuviera a punto de cometer una travesura, trae a El Palique algunos ejemplos de libros que, por su consideración de conflictivos, forman o han formado parte de esa lista