La murga Los Gambusinos dejó claro en el Encuentro de Murgas de Puerto del Rosario que el carnaval es mucho más que disfraces y alegría. Con una actuación cargada de sátira y crítica social, el grupo majorero no se mordió la lengua y disparó con puntería contra la doble insularidad, la falta de recursos sanitarios y educativos, la lucha contra el cáncer y la gestión política en emergencias.
Desde el inicio, con su tema “Carta desde una isla menor”, Los Gambusinos pusieron sobre la mesa el eterno olvido que sufren las islas no capitalinas. “Desde siempre con Paulino, con el SOE de Ángel Víctor y ahora con Clavijo pasa igual”, entonaron con ironía, recordando que “si es para un congreso, un festival o una feria, ahí sí se acuerdan de que existimos, pero si es para un hospital, ya no hay prisa ni dinero”. La grada respondió con aplausos y vítores, sintiéndose reflejada en una letra que abordó de lleno el desequilibrio en la inversión pública.
Uno de los momentos más conmovedores llegó con “La Campana”, un canto de esperanza y rabia dedicado a la lucha contra el cáncer. “Mucha gente nos falta, dirigentes que nos mandan, no investigan, no hay dinero, les resbala”, cantaron con emoción. “Familias en Canarias esperando que su campana vuelva a sonar”, denunciaron, mientras en el público más de uno no pudo contener las lágrimas. La ovación fue instantánea y prolongada, reconociendo la crudeza de la realidad que retrataron en su canción.
Pero la denuncia no quedó ahí. Los Gambusinos cerraron su actuación con “Las alertas”, una dura crítica a la gestión de emergencias en España, en especial tras la tragedia de Valencia. “Nadie hoy se va a alarmar si les hablo de vergüenza”, arrancaron, marcando el tono de un tema que no dejó indiferente a nadie. “Falló la alarma, a nadie le llegó, fue mi pueblo el que vivió un desastre más así”, cantaron, dejando claro que la falta de respuesta institucional sigue cobrándose vidas. La murga no dudó en señalar que “cuando llegaste tú, pensé que estaba rota nuestra juventud, pero llegaron con pala y cepillo en la mano”, en referencia al papel fundamental que tuvieron los jóvenes en las labores de ayuda.
El cierre fue demoledor: “Mis políticos, parados, enfrentados, da igual todo, solo interesa el voto”. Un mensaje claro, directo y sin concesiones que fue recibido con una ovación cerrada. Los Gambusinos demostraron una vez más que la murga es la voz del pueblo, y que su crítica sigue más viva que nunca.