El concejal Javier Montserrat ha oficializado su salida de Fuerteventura Avanza tras presentar el pasado 21 de diciembre su renuncia a la militancia del partido. Montserrat comunicó por registro de entrada al Ayuntamiento de Puerto del Rosario su decisión de pasar al grupo de concejales no adscritos, amparándose en la titularidad personal de su acta.
En la sesión plenaria de hoy, lunes 27 de enero, el Ayuntamiento tomará conocimiento de su nueva condición como concejal no adscrito, formalizando así su desvinculación del grupo político con el que concurrió a las elecciones municipales.
La renuncia del edil llega después de su sorpresivo voto a favor de los Presupuestos 2025 del consistorio, una postura contraria a la línea del partido liderado por Peña Armas, que calificó las cuentas como “un año perdido para Puerto del Rosario”.
Tensiones internas y ruptura irreparable
Tras la renuncia de Montserrat, la presidenta de Fuerteventura Avanza le convocó a una reunión para tratar su futuro en la formación. Sin embargo, el edil rechazó la propuesta, argumentando que la fisura interna era «irrecuperable», según fuentes cercanas al partido.
Ante la falta de diálogo, la dirección de Fuerteventura Avanza ha solicitado a Montserrat la entrega de su acta de concejal, alegando la Ley Antitransfuguismo. No obstante, Montserrat se ha negado, sosteniendo que «el acta pertenece a la persona y no al partido», una postura avalada por la legislación vigente en España.
¿Debe Javier Montserrat entregar su acta?
Según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), el acta de concejal es personal e intransferible. Una vez electo, el edil mantiene su condición de representante, independientemente de su afiliación a un partido. Esto significa que, aunque renuncie a la formación por la que fue elegido, no está obligado legalmente a entregar su acta.
El denominado Pacto Antitransfuguismo, firmado por diversas fuerzas políticas para evitar que los cargos electos cambien de partido y conserven su puesto, no tiene rango de ley. Por lo tanto, Montserrat puede continuar ejerciendo su labor como concejal no adscrito, sin infringir la normativa vigente.
Consecuencias de ser concejal no adscrito
De acuerdo con la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, los concejales no adscritos mantienen sus derechos individuales, pero con ciertas limitaciones. No pueden integrarse en otro grupo municipal ni formar parte del grupo mixto. Además, sus derechos económicos y políticos no pueden superar los que tenían en su grupo de origen.
En términos de retribución, Montserrat solo podrá percibir indemnizaciones por asistencia a plenos y comisiones, pero no tendrá acceso a las asignaciones económicas que reciben los grupos municipales.
«Seguiré trabajando por mi municipio»
Hasta el momento, Javier Montserrat no ha querido realizar declaraciones en profundidad sobre su salida de Fuerteventura Avanza, limitándose a señalar que «seguirá trabajando por su municipio», dejando en el aire cuál será su papel político en el futuro inmediato.
Mientras tanto, la formación de Peña Armas se enfrenta a una crisis interna que evidencia fracturas en su liderazgo, después de la salida de Sonia Álamo y ahora la de Montserrat, lo que deja al grupo con solo tres ediles en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario.
La sesión plenaria de hoy hará oficial el paso de Montserrat a concejal no adscrito, marcando así un antes y un después en la composición del Ayuntamiento y en el futuro de la oposición local.