Cuatro perros habrían sido sacrificados «a dedo» este pasado fin de semana en la perrera municipal de Puerto del Rosario, y tres más el pasado mes de noviembre, tal y como denuncian en Radio Insular la presidenta y secretaria de la asociación Silvercan, Mónica Muñiz y Mayka Barbé, respectivamente.
Culpan de este sacrificio indiscriminado de perros a la veterinaria del centro Ana Fránquiz y a la concejala de Bienestar Animal, Yanira Domínguez, a las que solicitan que den la cara y expliquen qué ha ocurrido para sacrificar a estos canes. Informan además que han realizado la pertinente denuncia ante el Seprona y Fiscalía.
Desde Silvercan recuerdan que para eutanasiar a un animal debe ser bajo orden judicial y en unos casos muy concretos como enfermedad incurable o peligrosa agresividad después de haber atacado a personas. Algo que desmienten categóricamente que haya ocurrido con estos 7 perros, que habrían sido sacrificados por una cuestión de «falta de espacio».
(Entrevista completa en el podcast al final de la noticia)
Con tono visiblemente exaltado durante toda la entrevista, ambas animalistas relatan la desastrosa y paupérrima gestión de la perrera municipal portuense que según datos de la asociación custodia a 43 perros y no a 37, tal y como afirmaba la concejala del área este martes en la misma emisora.
Datos que para Silvercan no son de saturación ya que no se acercan ni de lejos a los 93 perros que registraba la perrera en 2017, y donde no se produjo ningún sacrificio irregular.
Sobre Fránquiz explican que desde que asumió el cargo, hace nueve meses, no mantiene ningún tipo de relación con las protectoras, como sí ocurría en otras etapas con otros veterinarios. Además aseguran que no permite las visitas de las protectoras a la perrera, tampoco se realizan fotografías a los animales para publicitarlas y captar la sensibilidad de la ciudadanía para poder adoptar. Hechos que para Silvercan son una muestra que, ni las instalaciones ni los perros están en unas óptimas condiciones de salubridad.
Tampoco pasan de largo el abandono de recursos en la perrera, a todos los niveles, como del material para poder realizar una primera evaluación a los perros que reciben.
Mónica y Mayka se preguntan «para que coño han creado en esta legislatura la Concejalía de Bienestar Animal, para qué?. Y adelantan que el PP y PxF llevarán al próximo Pleno capitalino esta delicada, dolorosa e incompresible situación en la perrera municipal para exigir responsabilidades.
Precisamente el pasado martes participaba en el mismo programa la concejala portuense de Bienestar animal, Yanira Domínguez.
La edila se limitaba a reincidir en que el número de perros abandonados en Puerto del Rosario se ha triplicado en los últimos meses, lo que ha dado lugar a una saturación de las instalaciones de la perrera municipal, protectoras y casas de acogida.
En concreto confirmaba que 17 de estos perros son de raza potencialmente peligrosa.
Domínguez hacía un llamamiento a la colaboración ciudadana para poder adoptar alguno de estos animales, pero en ningún momento menciona el hecho del sacrificio de perros en los días previos, que denuncian desde Silvercan.
Recordar que las personas interesadas pueden ponerse en contacto a través del teléfono 928 85 01 10, ext. 208, escribir un WhatsApp al 608285041 o enviar un correo electrónico a bienestaranimal@puertodelrosario.org o a perrera@puertodelrosario.org.
Señora Muñiz: lo siento, pero no me fío de una facultativa que habla de «baja» para referirse a otro tipo de circunstancia que nada tiene que ver con una «baja», como muchos otros compañeros de profesión sabemos desde hace tiempo. En hemeroteca y en redes sociales constan campañas directas y otras más informales de concienciación para la adopción de perros de la perrera municipal desde hace tiempo, según he podido comprobar fácilmente. Así que la animo a dejar de menoscabar y menospreciar públicamente la imagen de una profesional, haciendo alegaciones algo arbitrarias y erráticas (lo siento, tampoco vale el «siempre se ha hecho así», porque en muchas ocasiones eso equivale a «siempre se ha hecho mal»), asegúrese de hacer bien SU trabajo y prepárase también para afrontar posibles consecuencias legales por las acusaciones vertidas de forma tan cruel e indiscriminada sin considerar siquiera la presunción de inocencia.
Sin otro particular, reciba un cordial saludo de una compañera de profesión que se preocupa más de sus pacientes que de aprenderse de memoria los nombres de perros de la perrera que ni usted ha querido adoptar. Demagogia pura.