Este miércoles, bañistas que disfrutaban de las Grandes Playas han alertado sobre la aparición de restos de alquitrán en su piel, calzado y toallas tras salir del agua, lo que ha generado una rápida respuesta por parte de las autoridades locales. Las zonas afectadas, que incluyen Playa Bajo Negro, Playa Larga y áreas cercanas a los hoteles Riu Oliva Beach, han sido cerradas al baño de forma inmediata para evitar mayores daños.
Los restos de petróleo, en forma de pequeñas bolitas negras, han sido depositados por las olas a lo largo de la costa, haciéndose difíciles de detectar a simple vista. Esto ha provocado que los bañistas entren al agua sin percatarse del peligro, aumentando el riesgo de exposición a sustancias tóxicas.
Impacto en la salud y el medio ambiente
El contacto con estos restos de alquitrán representa un riesgo considerable para la salud humana. Las sustancias derivadas del petróleo pueden causar irritaciones en la piel, reacciones alérgicas e incluso problemas respiratorios si se inhalan los vapores. Los expertos advierten que la exposición prolongada o repetida podría generar efectos más graves, por lo que se recomienda a quienes hayan estado en contacto con las manchas que limpien adecuadamente la zona afectada y consulten a un médico en caso de irritaciones persistentes.
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar el origen de estos restos. Se especula que podrían provenir de limpiezas ilegales de sentinas de barcos que transitan por la zona, una práctica prohibida pero que, lamentablemente, sigue ocurriendo en algunas partes del mundo. Este tipo de contaminación, además de ser altamente peligrosa, afecta gravemente la imagen turística de la isla, que depende en gran medida de la calidad de sus playas y del entorno natural.
Las playas permanecerán cerradas al público hasta que se eliminen los residuos y se garantice la seguridad para los usuarios.