El Registro Estatal de Viviendas de Uso Turístico ha supuesto un auténtico punto de inflexión para el mercado del alquiler vacacional en Canarias. Los últimos datos difundidos por el Ministerio de Vivienda reflejan que en julio y agosto, justo en el arranque de la temporada alta, 11.293 viviendas del Archipiélago se inscribieron en la nueva plataforma estatal. Sin embargo, 5.594 fueron rechazadas, lo que supone el 50% de las solicitudes presentadas en estos meses de obligatoriedad del sistema.
La comunidad canaria se coloca así en la media nacional, donde el 50,3% de las peticiones acabaron revocadas, con Madrid (93%), Murcia (71%) y Castilla-La Mancha (70%) encabezando el listado de rechazos. En el caso canario, el golpe se nota especialmente por la enorme dependencia del turismo y por la importancia de este tipo de alojamientos en la oferta global de plazas.
Cifras que preocupan al sector en Canarias
Según los datos acumulados desde el inicio del registro, Canarias contabiliza 21.250 viviendas validadas, pero mantiene 14.631 solicitudes pendientes y 4.535 revocadas de manera definitiva.
Un gráfico comparativo con Andalucía y Cataluña muestra que Canarias es uno de los territorios con más volumen de expedientes aún por resolver, con más de 14.600 casos abiertos frente a los 18.492 de Andalucía y los 11.311 de Cataluña. Esta situación genera una fuerte presión sobre los registros y, al mismo tiempo, inquietud en los operadores locales.
Impacto en las plataformas digitales
El Ministerio de Vivienda pactó con Airbnb la retirada inmediata de todos los anuncios sin código de Registro Nacional de Alquiler (NRA). El acuerdo implica un control mucho más estrecho sobre la oferta disponible y ha supuesto la desaparición de más de 30.000 anuncios en toda España.
En Canarias, donde buena parte de la oferta vacacional se concentra en portales digitales, el efecto ya se nota en la visibilidad y reservas. Booking, por su parte, ha comenzado a exigir el código a todos los anfitriones, aunque todavía no ha firmado un acuerdo formal con el Gobierno central.
Canarias en el contexto nacional
En el conjunto del Estado, 68.594 viviendas solicitaron el registro en julio y agosto, con 34.529 rechazos. El porcentaje del 50,3% marca un antes y un después en el mercado de los alquileres de corta estancia.
En Canarias, la situación se traduce en que una de cada dos solicitudes no obtiene luz verde, lo que podría reducir sensiblemente el número de plazas disponibles si no se agilizan los procesos de validación de los expedientes aún pendientes.
En la tabla de comunidades autónomas difundida por el Ministerio, Canarias aparece con un 50% de rechazos, en línea con la media nacional, aunque por debajo de territorios como Madrid (93%) o Murcia (71%), pero por encima de Cataluña (43%) y del País Vasco (21%).
Incertidumbre de cara a la temporada alta
La presión sobre el mercado turístico canario es evidente. Mientras el Archipiélago trata de consolidar su posición como destino de referencia internacional, la falta de un registro definitivo amenaza con dejar fuera de juego a miles de propietarios y, con ello, a una parte importante de la oferta alojativa alternativa a la hotelera.
La consultora Mabrian advierte que, a nivel nacional, hasta 1,1 millones de plazas podrían desaparecer temporalmente de los portales si no se completa el registro, una situación que en Canarias tendría un impacto inmediato en la economía local.






