La Guardia Civil, en la denominada operación Laferna, ha identificado a siete personas residentes en Barcelona como presuntos autores de un delito de estafa, al haber contratado tres tarjetas bancarias a nombre de una víctima residente en Fuerteventura tras sustraer sus claves de acceso a la banca electrónica.
La investigación se inició a raíz de una denuncia presentada por una persona en dependencias de la Guardia Civil de Morro Jable, en la que ponía en conocimiento a los agentes de que habían utilizado sus claves bancarias para realizar varias compras por intenet, según ha informado este jueves el instituto armado en un comunicado.
El perjudicado recibió de manera fraudulenta un enlace donde se mostraba una página web idéntica a la de su banco. Sin embargo, se trataba de una página preparada por los estafadores, con el pretexto de que se estaban utilizando, de forma fraudulenta, sus tarjetas contratadas.
Ante esta premisa, y al introducir sus claves de acceso, estos se apoderaron de las mismas, logrando realizar la contratación de tres tarjetas con importes de 600 euros cada una.
Con esas tarjetas, realizaron tres compras por un valor total de 1.650 euros, que correspondían a recargas online a dos cuentas bancarias de los presuntos autores y que posteriormente distribuyeron en otras seis cuentas bancarias mediante transferencias.
El equipo que ha esclarecido esta estafa, con funciones específicas en materia de ciberdelincuencia, recabó todos los datos sobre los hechos ocurridos, pudiéndose percatar de que los supuestos estafadores habían realizado varias recargas en cuentas bancarias online, utilizando para ello tres tarjetas contratadas sin autorización de la víctima, logrando dicha contratación a través de la obtención de sus claves de acceso a la banca electrónica.
Además, la Guardia Civil pudo comprobar cómo, a su vez, los estafadores distribuían el dinero estafado en varias cuentas bancarias para así difuminar su rastro, logrando identificar el pasado 29 de marzo a hasta siete personas residentes en la provincia de Barcelona.
Para obtener las claves, los supuestos estafadores habrían cometido la estafa utilizando la modalidad del “phishing”, que consiste en engañar a la víctima y hacer que comparta contraseñas, números de tarjeta de crédito y otra información confidencial haciéndose pasar por una persona o institución de confianza, en este caso por su propio banco.
Los medios utilizados normalmente por los estafadores suelen ser el envío de correos electrónicos, anuncios de premios, mensajes SMS u otros medios en los que se envía un enlace a la víctima que redirige a un sitio web preparado por los criminales e imita al de la empresa legítima.
Es ahí donde se invita a la víctima a introducir sus datos personales, ya sea por razones de seguridad, pago de tasas, recaudación de premios o cualquier otro pretexto, explica la Guardia Civil.
En esta modalidad de estafa siempre se intenta anular el sentido común de las víctimas añadiendo el factor “presión psicológica”, ya sea con pretextos de bloqueos de cuentas bancarias, entregas de paquetes urgentes o amenazas de multas o sanciones.
Una vez acceden a dicho enlace, las víctimas observan una página web que, aparentemente es legítima, en la que se solicita que introduzcan su cuenta personal, datos personales o bancarios y contraseñas.
Cuando el afectado cede sus datos es cuando los estafadores obtienen la información necesaria para realizar compras masivas antes de ser descubiertos. EFE