La inseguridad en Caleta de Fuste, núcleo turístico por excelencia del municipio de Antigua, ha alcanzado un punto crítico. El reciente robo perpetrado entre el 18 y 19 de agosto en un local de hostelería ha vuelto a encender las alarmas, convirtiéndose en el ejemplo más reciente de una problemática que, según vecinos y empresarios, lleva meses sin control.
En este último caso, los autores forzaron una puerta de cristal, accedieron al interior del establecimiento y sustrajeron varias botellas de licor y una caja registradora sin efectivo, dejando tras de sí un reguero de sangre. Lo más grave, denuncian desde el sector, es que el empresario afectado —un reconocido hostelero con cinco locales en la zona— ya había sufrido tres robos en apenas una semana, lo que refleja la falta de seguridad en el enclave.
La Guardia Civil investiga este nuevo asalto, que se suma a una serie de incidentes que van desde hurtos en comercios y alojamientos hasta peleas violentas en la vía pública. Aunque no existen estadísticas oficiales actualizadas, los testimonios recabados por Radio Insular Fuerteventura muestran un hartazgo creciente en el tejido empresarial y vecinal de Caleta de Fuste.
“Estamos completamente desprotegidos. Tres robos en una semana son insostenibles, y nadie hace nada para frenar esta situación”, denuncia uno de los empresarios afectados, reflejando la indignación compartida por muchos de sus colegas.
Más allá de la inseguridad, los comerciantes critican la falta de limpieza en las calles y la escasa presencia policial. Varios de ellos aseguran estar valorando incluso el cierre o el traslado de sus negocios a otros municipios turísticos de la isla. “El abandono institucional es total. Caleta de Fuste debería ser un orgullo para Fuerteventura y ahora mismo da miedo y vergüenza”, lamentan.
Los vecinos, por su parte, aseguran que cada vez resulta más arriesgado transitar por determinadas calles al caer la noche, mientras que la imagen de inseguridad empieza a trasladarse también a los turistas, afectando a la reputación del destino. “La inseguridad está espantando a los visitantes. Si esto no se ataja, el daño a la economía local será irreparable”, apuntan desde el sector.
Ante la gravedad de la situación, empresarios y residentes exigen al Ayuntamiento de Antigua, al Cabildo de Fuerteventura y al Gobierno de Canarias un plan urgente que refuerce la seguridad, aumente la presencia policial y recupere la limpieza y el orden en la localidad. Temen que, de no actuar con rapidez, Caleta de Fuste —motor turístico de Antigua y uno de los principales de la isla— entre en una espiral de deterioro difícil de revertir.






