El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ratificado las condenas de hasta cinco años de prisión impuestas en febrero por la Audiencia Provincial de Las Palmas a los dos responsables de la Asociación Cannábica de Morro Jable (Accamor), en Fuerteventura. Según la sentencia, ambos fueron hallados culpables de un delito contra la salud pública y de asociación ilícita, mientras que un tercer acusado, contratado para procesar marihuana y aceite de cannabis, ha recibido una pena de cuatro años.
Un negocio camuflado bajo apariencia legal
El TSJC sostiene que la asociación, fundada en 2017 bajo la apariencia de una entidad sin ánimo de lucro, operaba como una pantalla para la venta indiscriminada de drogas. Los asociados pagaban una cuota para recibir marihuana y aceite de cannabis, que podían consumir fuera del local sin ningún tipo de control. Según los hechos probados, el encargado del procesamiento cultivaba y preparaba las sustancias bajo un contrato de colaboración con la asociación.
En un registro practicado en 2018 en el municipio de Tuineje, las autoridades incautaron 750 gramos de aceite de cannabis y más de 7 kilos de marihuana, cuyo valor en el mercado alcanzaba casi 12.000 euros.
El fallo del tribunal
La sentencia del TSJC detalla que Accamor no cumplía con los requisitos legales de las asociaciones cannábicas, como limitarse a un grupo reducido de consumidores habituales, realizar el consumo en un lugar cerrado y manejar cantidades destinadas exclusivamente al consumo diario. En su lugar, los acusados captaban socios sin verificaciones estrictas, incluso mediante internet, con el único fin de dar una apariencia de legalidad a la venta de droga.
El tribunal concluye que la actividad de la asociación “ni estaba controlada ni se ajustaba a pautas legales“, afirmando que el verdadero propósito era el tráfico de drogas a cambio de dinero.