El pastor Ángel, líder de Misión Cristiana Moderna, lamenta las expresiones del sacerdote Báez responsabilizando a Beatriz Zimmermann del asesinato de sus hijas por haber cometido, a su juicio, el pecado de infidelidad.
Palabras que según el pastor Ángel, deberían llevar al Obispado “a apartarlo”, según expuso este martes en una entrevista en Radio Insular.
Para el pastor, en relación al feminismo y a los derechos de la mujer, la sociedad tiene que hacer cambios en todos los ámbitos, “adaptarse y tener una visión de libertad sobre la mujer”.
Dentro de la Iglesia, en general, en todo el mundo “hay que hacer una reforma grande con respecto al pensamiento que se tiene de la mujer. Es importantísimo que se haga porque la religión es básica en la sociedad”.
Se debe hacer pedagogía también en este ámbito, “aunque no se está contemplando”, recalcó.
Un estrés de pre- infarto para quien “paga el pato”
Recuperado de un preinfarto acaecido a finales de marzo, el pastor confiesa que el estrés vivido en los momentos más duros relacionados con la gestión migratoria en Fuerteventura le ha pasado buena factura a su salud.
Los informes sobre la situación de las persona migrantes en la Nave del Queso, que firmaron el defensor del Pueblo “sin siquiera entrar en el interior” y Amnistía Internacional “que nunca estuvo en la nave”, fueron el detonante.
Por esa nave, insistió en una entrevista este martes en Radio Insular, habían pasado un año antes los representantes del Frontex, de Acnur, dirigentes políticos, periodistas de TVE2 para hacer un reportaje e, incluso, el propio defensor del Pueblo, “y nadie dijo nada en contra de las instalaciones”.
El problema vino, insistió, cuando trasladaron a un grupo de migrantes conflictivos que ya habían armado jaleo en otras Islas y en el Centro de El Matorral y que fueron llevados a la Nave del Queso “en un estado de alteración brutal”, recalcó.
Para el pastor, los jóvenes tenían claro que si organizaban algarabías serían trasladados de lugar, y eso es lo que hicieron.
Según el relato que ofreció, los migrantes no guardaban distancias, no se hacían PCR, se quitaban las mascarillas, las pulseras identificativas, volcaban los residuos de los váteres químicos y sacaban fotografías y videos que volcaban en redes y se fueron haciendo virales.
Son estas imágenes sobre las que tanto el Defensor del Pueblo y Amnistía Internacional basaron sendos informes sin tener en cuenta “que fue una revolución, una revolución que podía haber ocurrido en cualquier instalación”, lamentó.
Los altercados se saldaron, al final, con siete detenidos.
A partir de ahí, se dio la orden de desalojar el recurso “y no de cerrarlo porque el recurso no tiene ningún informe en contra”, insistió.
Ni transparencia ni CAED
En ese momento, las autoridades pertinentes consideraron que la mejor opción era derivar a las personas acogidas en la Nave a un céntrico establecimiento turístico de Caleta de Fuste.
Una decisión que el pastor desaprobó al dejar claro “que no iba a trabajar con hoteles”.
Poco después llegó el plazo para renovar el acuerdo de subvención del primer Centro de Acogida Emergencia y Derivación de Canarias, que gestionaba la Misión de Fuerteventura. Pero no hubo renovación.
Desde entonces, “continúan los problemas aunque no se sabe de ellos porque no hay transparencia”, destacó este hombre acostumbrado a moverse en los medios de comunicación sin pelos en la lengua.
Ahora, con cierta perspectiva, el pastor piensa que “me tocó pagar el pato” y reconoce haberse sentido solo “cuando todo el mundo abandonaba”.
La gestión de los sin techo durante la covid, el reparto de alimentos a las familias necesitadas, la acogida de migrantes cuando nadie los atendía, “llegó a haber hasta 240 en la nave del Queso”, son algunos ejemplos de la labor que realiza.
Ahora, continúa recibiendo a personas migrantes en los albergues de la Misión “sin la colaboración con el Ministerio” pero ofreciendo soluciones a la falta de alternativas habitacionales que continúa habiendo en la Isla.