El Concurso Oficial de Vinos Agrocanarias 2025, organizado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, volvió a reunir a lo más selecto de la producción vitivinícola del archipiélago. La edición de este año, celebrada entre Fuerteventura y Tenerife, destacó no solo por la calidad de los caldos presentados, sino por la historia humana que hay detrás de cada botella. Y en este escenario, el nombre de Fuerteventura resonó con fuerza gracias a Miguel Cabrera y su vino Papaíno, que revalidó Medalla de Plata en la categoría de vinos blancos secos fermentados en barrica.
El Papaíno, producido en la Bodega Gavias El Sordo, en Tetir, es mucho más que un vino: es un homenaje familiar y un símbolo del resurgir de la viticultura en una tierra donde cultivar viña es un acto de fe y resistencia. La historia arranca con el bisabuelo de Cabrera, conocido como Papaíno, quien trajo estacas de vid desde Cuba hace más de un siglo. Hoy, esas cepas centenarias vuelven a dar fruto en las gavias de la finca El Sordo, gracias al empeño de Miguel, que ha apostado por un proyecto de escala humana, arraigado en la tradición y abierto a la innovación.
Este nuevo galardón en Agrocanarias se suma a un palmarés que incluye distinciones regionales, nacionales e internacionales. En el último año, Papaíno ha conquistado premios en certámenes como el Mondial des Vins Extrêmes en Italia, el Concurso Regional Alhóndiga en Tenerife y el VinEspaña en Zaragoza. Pero el reconocimiento logrado en Agrocanarias tiene para Cabrera un valor especial, pues confirma que Fuerteventura tiene voz propia en el mapa vitivinícola de Canarias.
En esta edición, el gran vencedor del certamen fue el Brumas de Ayosa Tinto, de la Denominación de Origen Valle de Güímar, que se alzó con el título de Mejor Vino de Canarias 2025, demostrando el nivel y la diversidad de la viticultura insular y destacando la consolidación de Canarias como referente en vinos de autor.
El certamen Agrocanarias se consolida como la principal plataforma de promoción de los vinos de las islas, impulsando la calidad, la autenticidad y la comercialización justa de cada botella. Este año, a pesar de una cosecha 2024 reducida en volumen pero excelente en calidad, se cataron más de 200 referencias de 60 bodegas de todo el archipiélago. La cita contó con la implicación de catadores, enólogos y un equipo técnico que hacen posible que el nombre de Canarias esté hoy en día entre los vinos de autor más valorados del mundo.
En este contexto, el Papaíno de Miguel Cabrera no solo cosecha premios: revitaliza un legado agrícola casi extinto y abre camino para que Fuerteventura recupere su espacio vitivinícola. Hoy, junto a otras bodegas emergentes de la isla, Gavias El Sordo demuestra que el vino majorero ha dejado de ser una rareza para convertirse en una etiqueta reconocida y respetada dentro y fuera de Canarias.
Cabrera mantiene su apuesta por producciones limitadas y artesanales, priorizando la calidad sobre la cantidad y cuidando cada detalle del proceso. Su historia, junto a la de Papaíno, es ya parte de la nueva página que escribe Fuerteventura en la historia del vino canario.
El Concurso Oficial de Vinos Agrocanarias 2025 premió a lo mejor de la producción vitivinícola de Canarias. En esta edición, celebrada entre Fuerteventura y Tenerife, el vino Papaíno de Miguel Cabrera ganó la Medalla de Plata en la categoría de vinos blancos secos fermentados en barrica. Papaíno, producido en Bodega Gavias El Sordo, es un homenaje a la resistencia y tradición vitivinícola. Asimismo, el Brumas de Ayosa Tinto de la Denominación de Origen Valle de Güímar ganó como Mejor Vino de Canarias 2025. El concurso reunió a más de 200 referencias de 60 bodegas destacando la calidad y diversidad de los vinos de las islas.
Lanzarote y fuerte han creado una fuerza inusual en el campo del vino. Felicitaciones