Ya se han instalado las vallas en el perímetro del local de ocio Magma, en la capital majorera, para proceder a su derribo y posibilitar la expansión del Hospital Parque. En breve, este inmueble, antaño carpintería y también escuela que cuenta más de un siglo de vida y alberga una palmera centenaria, se reducirá a escombros.
Su tipología , reflejando el carácter del antiguo Puerto Cabras, y su organización interna, entre otros parámetros, le otorgan un alto valor y debería estar protegida pero el catálogo arquitectónico de Puerto del Rosario, licitado y adjudicado en 2019 todavía no se ha elaborado aunque su ejecución tenía un plazo máximo de 10 meses.
La necesidad de adecuarlo a la nueva Ley de Patrimonio y la imposibilidad de superar el abono de un 10 % más por los cambios (máximo establecido por ley) han contribuido a que el catálogo haya quedado en un limbo, a pesar de que en el mes de junio, todos los municipios de Canarias deben contar con esta herramienta que define los inmuebles a proteger y sirve, también, para divulgar el conocimiento sobre el patrimonio majorero.
Así lo denunciaron este miércoles, en un programa en La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular, el restaurador Loren Castañeyra, el arquitecto Luis del Pozo y el pedagogo Óscar Hernández que pusieron en duda la celeridad con la que se ha procedido a la venta del inmueble y se ha otorgado la licencia de obras para su derribo. En este punto, avanzaron que se personarán en el expediente para conocer los detalles.
Los participantes también cuestionaron si existe un interés especial por evitar proteger el patrimonio y dar luz verde al proyecto de urbanización de toda la explanada de las Escuevas que se puede ver a continuación.
A la falta del catálogo se une el hecho de que las sucesivas corporaciones han dejado de lado la posibilidad de desarrollar un plan especial de protección para la cornisa en su conjunto. “Los políticos majoreros van a pasar a la historia por destruir su propia historia”, apuntaron. Reconocen que hay fuerzas políticas, citando a Ciudadanos (Cs), que llevaron en su programa electoral la apuesta por este tipo de proyectos, que permita a los y las portuenses abrirse al mar.
Por eso, instan a evitar la pérdida del patrimonio que supone la intervención en la cornisa y solicitan la modificación puntual del PGOU de la capital que posibilite la protección de los inmuebles.
Una medida paralela a la aprobación del catálogo arquitectónico porque, recordaron, “en Puerto del Rosario solo está protegida la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario”.
En este contexto, Óscar Hernández, invitó al regidor portuense, Juan Jiménez, a “retirar las competencias del grupo político Podemos de Puerto del Rosario porque no cumple ni en patrimonio, ni en parques ni en jardines”.
Estos días, anunció, va a haber una tala importante de palmeras en la capital.