El Cabildo de Fuerteventura ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que el Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (POSEI) pueda avanzar hacia un proceso de renacionalización, una opción que, según ha trascendido, estaría siendo planteada por la Comisión Europea. La presidenta insular, Lola García, ha advertido de que esta eventual modificación podría alterar de forma sustancial la naturaleza del programa, concebido como un instrumento específico de financiación europea para las regiones ultraperiféricas (RUP), entre las que se encuentra Canarias.
García ha manifestado públicamente su respaldo al Gobierno de Canarias y, en particular, al consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, Narvay Quintero, por la defensa que está realizando para mantener el POSEI como un mecanismo diferenciado, con financiación estable y fijada directamente por la Unión Europea. A juicio de la presidenta del Cabildo, esta característica es clave para garantizar la seguridad y la viabilidad del sector primario en islas como Fuerteventura.
El POSEI constituye una herramienta esencial para el sostenimiento de la agricultura y la ganadería en territorios alejados del continente europeo, donde los productores se enfrentan a importantes sobrecostes derivados de la lejanía, la insularidad, la fragmentación territorial y las condiciones climáticas adversas. En el caso concreto de Fuerteventura, estas dificultades estructurales se ven agravadas por la escasez de recursos hídricos y la dependencia del exterior para numerosos insumos.
Desde el Cabildo insular se advierte de que cualquier avance hacia una renacionalización del programa supondría introducir un alto grado de incertidumbre en un sector especialmente vulnerable. La financiación del POSEI pasaría a depender de decisiones presupuestarias estatales, lo que implicaría perder el marco de estabilidad que actualmente ofrece el respaldo comunitario directo y plurianual.
En este contexto, Lola García ha subrayado que “no hablamos de privilegios, sino de compensaciones reconocidas por la propia Unión Europea para las regiones ultraperiféricas”, insistiendo en que debilitar el POSEI equivaldría a cuestionar ese principio fundamental. “Debilitar el POSEI sería poner en riesgo la continuidad de muchas explotaciones”, ha señalado, alertando de las consecuencias económicas y sociales que podría tener un cambio de este calibre.
La presidenta insular ha recordado, además, que el sector primario desempeña en Fuerteventura una función que va mucho más allá de la estrictamente económica. La actividad agraria y ganadera contribuye de manera decisiva al mantenimiento del paisaje, a la fijación de población en el medio rural y al equilibrio territorial de la isla, además de jugar un papel relevante en términos de soberanía alimentaria del archipiélago.
En este sentido, García ha defendido que la protección del POSEI es también una forma de preservar las tradiciones, el patrimonio cultural vinculado al campo y un modelo de desarrollo adaptado a las singularidades del territorio insular. Por ello, ha reiterado el compromiso del Cabildo de Fuerteventura de trabajar de forma coordinada con el Ejecutivo autonómico para defender la continuidad del programa en todas las instancias institucionales necesarias.
Finalmente, la presidenta ha concluido remarcando que “defender el POSEI es defender a nuestro campo, a nuestras tradiciones y al futuro de Fuerteventura”, una declaración que resume la posición del Cabildo ante un debate que considera estratégico para el presente y el futuro del sector primario en la isla.
El Cabildo de Fuerteventura muestra su preocupación ante la posible renacionalización del Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (POSEI) por parte de la Comisión Europea, lo que podría alterar la financiación europea específica para las regiones ultraperiféricas, como Canarias. La presidenta del Cabildo, Lola García, advierte del impacto que esto podría tener en la agricultura y ganadería de la isla, subrayando que el POSEI no es un privilegio, sino una compensación necesaria.