Fuerteventura ha registrado este lunes dos nuevas víctimas como consecuencia de la Covid-19, dos varones de 67 y 68 años.
La cifra de personas que han perdido la vida en la isla a consecuencia del coronavirus asciende a trece.
Por otro lado, según los datos del Área de Salud difundidos por el Cabildo majorero, se han registrado 9 nuevos contagios y 5 altas epidemiológicas en las últimas horas.
La cifra de casos activos de coronavirus en Fuerteventura se sitúa en 64. De ellos, 61 pasan la cuarentena con seguimiento domiciliario y tres pacientes permanecen ingresados en el Hospital General, ninguno de ellos en la UCI.
La cepa británica podría estar detrás de las últimas víctimas de Covid en Fuerteventura
Fuerteventura ha vivido en estas últimas semanas la situación más crítica en materia sanitaria desde que comenzó la pandemia. Ha sido necesario activar el nivel 3 de alerta para evitar la propagación de contagios y disminuir la presión en el Hospital General de Fuerteventura donde han fallecido, en total, 13 personas con Covid.
Es precisamente en la denominada tercera ola en la que se ha experimentado un mayor número de muertes. “Creemos que la mortalidad aumentada en el entorno Covid está relacionada con la presencia de la variante británica del virus en la Isla”, explicó hace pocos días en Radio Insular el gerente del centro, José Luis Rodríguez Cubas, quien también mostró su esperanza por que “en las próximas semanas podamos recuperar una situación epidemiológica mejor”.
El gerente aseguró que el centro majorero dispone de unidades que se pueden ir habilitando “a medida que la necesidad vaya surgiendo”. Hay 8 camas de UCI, e han dispuesto cuatro habitaciones más en una planta de hospitalización nueva y se ha habilitado una decena de camas más en los espacios anexos a las zonas de quirófano para poder alojar a personas en situación crítica “de entorno Covid o no”.
Medicación para la frustración
El gerente del Hospital también apuntó que se ha experimentado un aumento en la prescripción de psicofármacos durante esta época que ya se venía advirtiéndose anteriormente. “Hay una cierta tendencia a la medicalización de las circunstancias adversas de la vida diaria” que se ha visto agravada en las circunstancias actuales en las que se ha extendido la pobreza.
Ahora el reto es transformar las prescripciones de este tipo de medicamentos en otras formas de tratamiento que no conlleven prescripción farmacológica.
El gerente del Hospital reconoció el “gran cansancio acumulado” en este tiempo por el personal sanitario pero los ánimos están, dijo, por todo lo alto. “Tenemos más experiencia acumulada, mucho mayor conocimiento y los contingentes necesarios para abordar situaciones inesperadas”, concluyó.