La lechuza majorera (Tyto alba gracilirostris) es una subespecie endémica de las islas orientales.
Se trata de una rapaz de tamaño medio. Tiene el pico robusto y encorvado, las alas fuertes y las patas provistas de unas garras muy afiladas que les sirven para cazar a sus presas. Su longitud oscila entre los 33 y los 40 centímetros. Su envergadura va desde los 85 a los 95 centímetros. Posee una voluminosa cabeza y patas largas. En el plumaje predominan los tonos ocres y dorados en el dorso y el blanco puro, incluso ligeramente plateado en las zonas ventrales. Las plumas dorsales y la parte superior de las alas y la cola aparecen sutiles punteados de color negro, gris y blancuzco, en tanto que las regiones ventrales pueden mostrar un moteado variable. En la cara con forma de corazón, destacan los ojos intensamente negros y el prominente pico de color claro. La subespecie gracilirostris es de menor tamaño que las razas europeas, pico más estrecho y patas y dedos más fuertes.
Su dieta incluye ratones, musarañas, perenquenes, gorrión moruno, camachuelo. En menor medida, también consume ratas y conejos.
Habita en barrancos, malpaíses, acantilados costeros, zonas de cultivo y granjas. Nidifica en grietas o tubos volcánicos, normalmente en paredes de barrancos, pero también en extracciones de picón y en casas abandonadas. Probablemente realiza movimientos dispersos de varios kilómetros. Es posible que se muevan entre las islas.
En Fuerteventura podemos encontrarla en el centro y norte de la isla, en el sur apenas hay individuos.
Está catalogada como especie vulnerable tanto en el Catálogo Español de Especies Amenazadas como en el Catálogo Canario de Especies Protegidas.
