La llegada de migrantes a Canarias aumentó un 512% con respecto a 2019, mientras el resto de vías de entrada descienden. Así se recoge en la última actualización de datos del Ministerio del Interior, que ha hecho públicas las cifras recogidas desde que se inició 2020 y hasta este martes 15 de septiembre.
El responsable autonómico del equipo de respuesta inmediata en las emergencias de Ayuda Humanitaria a inmigrantes de Cruz Roja, José Antonio Rodríguez Verona, participó este jueves en La Mañana de Radio Insular con Álvaro Veiga. Durante la entrevista, Verona recordó que la primera patera llegada a costas canarias fue en 2004, precisamente en Fuerteventura.
En su intervención explicó cómo funciona el protocolo de Cruz Roja cuando se produce el rescate de una patera, donde el voluntariado juega un papel fundamental. Además, aclaró el motivo por el que se están trasladando inmigrantes a complejos hoteleros de las islas. Una decisión marcada por la falta de espacios y a que no se discrimina entre islas, al contrario, se toma al archipiélago como un todo.
Solo en lo que llevamos de mes en Gran Canaria se ha atendido a 1.300 inmigrantes, los cuales estaban realojados en residencias de estudiantes y pabellones. Con la vuelta a las aulas y la reactivación de los entrenamientos de los equipos federados, hace que se haya tomado la decisión de trasladar a estas personas a complejos hoteleros, los cuales, asegura están contentos ya que pueden continuar con la actividad, recuperar a tabajadores de los Erte y reactivando la industria también con proveedores. Complejos que recalca, sino estarías cerrados.
La llegada de pateras refleja, según Verona, la desesperación de estas personas que consideran al archipiélago como una puerta de entrada a Europa. Dice que no son delincuentes, son personas libres que entraron de forma irregular sobre los que pesa un expediente de expulsión.
Toda esta situación ha provocado numerosos comentarios xenófobos en redes sociales, pero desde Cruz Roja no creen que tenga un efecto llamada.
No se trata de un efecto llamada, estas personas son conscientes que la vía del Atlántico es la única «puerta» abierta hacia un futuro con mayores oportunidades.