El deudor -asistido por el despacho de abogados Verdugo -Muñoz Servicios Jurídicos -perdió su vivienda habitual en 2011 fruto de una ejecución hipotecaria debida a la crisis que sufrió este país en 2009. Además de perder su vivienda la entidad financiera continuó reclamando la cantidad de 61728 euros al no alcanzar con la adjudicación el importe de la garantía. Ello, junto a la pérdida del empleo hizo que la situación financiera y personal del deudor resultara imposible de superar a lo largo de estos años por cuanto una vez conseguido un nuevo empleo, el salario de 1300 euros le permitía cubrir sus necesidades y las de su familia pero en ningún caso liquidar una carga financiera que ha ido acrecentándose con intereses y costas judiciales y que le impedía además acceder a determinados servicios.
Gracias al mecanismo de segunda oportunidad para deudores de buena fe este ciudadano ha conseguido recuperar su libertad financiera y fundamentalmente la tranquilidad de afrontar un futuro de mayor sosiego.