Casi 600 estudiantes de aproximadamente cuarenta centros educativos de Fuerteventura participaron este jueves en la primera edición del pasacalle ‘Fuerteventura late: un ritmo, un corazón’. Esta iniciativa, organizada por la Consejería de Educación del Cabildo de Fuerteventura, liderada por Adargoma Hernández, marcó un hito al convertirse en un evento pionero en la isla que promueve la inclusión, la diversidad y el espíritu comunitario.
El consejero Adargoma Hernández destacó que este proyecto nació como una idea compartida en las reuniones con las escuelas unitarias de Fuerteventura, las cuales sugirieron la creación de una actividad completamente inclusiva que pudiera repetirse anualmente en diferentes municipios de la isla. “Este pasacalle busca no solo ser una festividad anual, sino también un espacio que refleje la diversidad y la riqueza de nuestra comunidad, con la colaboración de los ayuntamientos de cada localidad”, señaló Hernández.
El evento contó con el apoyo del Colectivo de Escuelas Rurales CER Puerto del Rosario-Antigua-Betancuria, del centro Diferentes e Iguales a través del proyecto ADESCA, y de los ayuntamientos de la isla, quienes se unieron para hacer posible esta celebración que resaltó los valores de la inclusión y el respeto a la diversidad.
El recorrido del pasacalle, que tuvo lugar en el Paseo Marítimo de Puerto del Rosario, estuvo encabezado por la banda de Adisfuer, dirigida por Santiago Marrero. Los organizadores diseñaron meticulosamente el trayecto para asegurar la accesibilidad de todos los participantes, incorporando el uso de un ‘tren inclusivo’ que facilitó la participación de personas con movilidad reducida. Este gesto se convirtió en un símbolo del compromiso de la isla con la accesibilidad universal y la igualdad de oportunidades.
Al finalizar el recorrido, los participantes se congregaron en el Palacio de Formación y Congresos de Fuerteventura, donde fueron recibidos con una gran celebración que incluyó música a cargo de José Luis Güicho, baile, arte y un ambiente festivo en el que la alegría y la inclusión fueron los protagonistas. La diversidad se manifestó en cada detalle de la jornada, desde la presentación de la mascota por la inclusividad hasta la diversidad de actividades lúdicas que acompañaron el pasacalle.
Uno de los momentos más destacados de la jornada fue la presentación de esta mascota inclusiva, que se convirtió en un símbolo del compromiso de Fuerteventura con la igualdad y la diversidad. Esta figura acompañó a los participantes durante todo el trayecto, animando a grandes y pequeños y dinamizando la actividad con juegos y estímulos sensoriales destinados a fomentar un ambiente festivo y accesible para personas de todas las edades y capacidades.
Esta primera edición del pasacalle ‘Fuerteventura late: un ritmo, un corazón’ ha dejado huella en la comunidad insular, consolidándose como un espacio de encuentro en el que se celebra la diversidad, se derriban barreras y se fomenta el respeto mutuo. Los organizadores esperan que esta iniciativa se convierta en una tradición anual, recorriendo los distintos municipios de Fuerteventura y expandiendo su mensaje de inclusión y unidad.
El Cabildo de Fuerteventura reafirma así su compromiso con la promoción de actividades que fomenten la cohesión social y la participación de toda la ciudadanía, independientemente de sus capacidades. En palabras de Adargoma Hernández, “este pasacalle es un reflejo del corazón que late en nuestra isla, un corazón que respeta, incluye y celebra a todas las personas, sin importar sus diferencias”.
El evento contó también con el respaldo de la comunidad educativa y de los diversos colectivos que trabajan en la promoción de la accesibilidad y la igualdad en la isla, quienes manifestaron su satisfacción por la alta participación y el entusiasmo demostrado por los estudiantes. De esta manera, ‘Fuerteventura late: un ritmo, un corazón’ no solo fue un evento festivo, sino también un espacio para reflexionar sobre la importancia de construir una sociedad más inclusiva y solidaria.