¿Primavera? Sí. ¿Energía, alegría, vitalidad? No tanto. Con la llegada de la estación de las flores, muchas personas esperan brotar como los almendros… pero en lugar de eso, lo único que les florece son las ganas de meterse en una cueva. Esta semana, Carolina Simón volvió a La Mañana Xtra con una entrega especial titulada «Primavera emocional: cómo florecer por dentro sin que la astenia primaveral te pille dormido», un espacio para entender cómo afecta el cambio estacional y cómo aprovecharlo a favor de nuestra salud mental.
“La primavera no solo cambia el paisaje: también nos remueve por dentro”, explicó la psicóloga majorera, que comenzó desmontando ese mito de que esta época del año viene siempre con subidón anímico. De hecho, recordó que la famosa astenia primaveral es un fenómeno real que puede producir fatiga, apatía, somnolencia, irritabilidad y hasta falta de concentración. Todo eso justo cuando la naturaleza nos grita “¡despierta!”.
La clave, según Carolina, es entender que nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan adaptarse. Y para ello, propuso cinco claves prácticas para vivir esta primavera como una oportunidad de renovación:
- Despídete de lo viejo para dejar entrar lo nuevo:
“Haz limpieza emocional. Pregúntate qué pensamientos o emociones te pesan y ya no te sirven”, aconsejó. - Dale más luz a tu vida:
“Sal, camina, toma el sol. La luz natural tiene un efecto increíble sobre nuestro ánimo”. - Acepta el cansancio inicial:
“No te exijas estar al 100 % desde el primer día. El cuerpo necesita adaptarse”. - Florece también en tus relaciones:
“Rodéate de personas que te hagan sentir bien y aléjate de las que te drenan energía”. - Haz un propósito de primavera:
“Planta algo nuevo en tu vida: más calma, más creatividad o más tiempo para ti”.
Carolina también lanzó un recordatorio que vale como mantra estacional:
“Incluso las flores más bonitas necesitan días de sol… y también días de descanso para crecer”.
Así que, si tu cuerpo va más lento que el calendario, tranquilo: no estás solo. Como bien señaló la psicóloga, “la primavera nos invita a florecer, pero también nos da permiso para hacerlo a nuestro ritmo”.